POLITICA

Majul: “Mandaron a comprar mis libros para quebrar el stock”

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| Fernando Pittaro

Luis Majul está de vacaciones pero hace todo lo posible para que no se note. Atiende el teléfono, contesta mensajes de texto y firma ejemplares cuando la gente se le acerca. ”Te felicito por los huevos. Me lo leí todo”, le dice un treintañero cuando lo reconoce. Una señora interrumpe la entrevista para que le firme el libro. Cuenta que estas escenas son cosa de todos los días. El periodista reboza de alegría y se le nota. Y no es para menos. El libro que salió a la venta hace apenas dos meses ya roza los 180.000 ejemplares. El ranking de las librerías argentinas muestra que triplica a Dan Brown, el segundo autor más leído.

 

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- ¿Cuándo surge la idea de hacer un libro sobre Néstor Kirchner?

 

- Surgió casi de casualidad. Yo estaba en la Cumbre de Presidentes europeos y latinoamericanos en Viena, en mayo de 2006. Y el entonces presidente Kirchner me promete que me iba a dar una entrevista para la película que estábamos haciendo, Yo Presidente. Viajamos con mi equipo y no sólo me hizo esperar hasta el último día sino que me mandó a dos de sus más importantes colaboradores para negarme la entrevista además de pretender darme clases de periodismo y política de manera brutal, maleducada, salvaje, como suelen hacer muchos hombres de su gobierno. Y de ese viaje volví con dos certezas. Primero: que jamás iba a tener una relación normal con este gobierno. Segundo: si este gobierno no da entrevistas, no da conferencias de prensa, no da información confiable, implica que tiene mucho que ocultar. Y yo me tomé el trabajo de investigar.

 

- ¿Y ahí empezaste con la investigación?

 

- Sí, y lo hice de manera silenciosa, sin hacer barullo, sin hacerlo público. Durante un año rastreé todas las fuentes documentales y el segundo año entrevisté a gente muy cercana a él, viajando a Río Gallegos, a la Patagonia, a Córdoba.

 

- ¿Cuál fue el pacto con las fuentes? ¿Se comprometían a no hacerlo público?

 

- Obtuve el compromiso de la mayoría de las fuentes de no hacerlo público hasta tanto no salga el libro. Sé que algunos lo comentaron, pero desde el gobierno nunca creyeron que iba a sacar el libro. Y a partir del 2008, durante el conflicto con el campo, se empezaron a abrir un montón de fuentes que terminaron conformando toda la investigación. Yo hablé con 158 personas, desde ex presidentes hasta el personal de servicio de Cristina y Néstor.

 

- ¿Y desde la Casa Rosada te llamaron?

 

- Solamente quince días antes de sacar el libro me citó un altísimo funcionario a casa de gobierno. Y en su despacho me pidió que le contara de “pé a pá” de qué se trataba el libro, yo le conté con lujo de detalles y el tipo se puso blanco.

 

- ¿Recibiste presiones, amenazas?

 

- Sí, recibí amenazas de todo tipo. Pero hay que diferenciar. Hay presiones folclóricas que forman parte del oficio. Esas, la mayoría de las veces, son vía mail. Decían: “sabemos donde estacionas el auto”, “sabemos donde te vas a ir de vacaciones”, “sabemos cuantos hijos tenés”, etc. Lo que hasta ahora no ha pasado de lo folclórico. Pero hay acciones más directas, algo más organizado, que tiene que ver con una especie de call center virtual. Yo sé que Kirchner ordenó a todos los ministros que no digan una palabra del libro para no darle más repercusión. Y sé, me consta que es así, que entre la primera y la tercera edición mandaron a comprar a las principales librerías del centro mis libros.

 

- ¿No es muy ingenua esa hipótesis?

 

- Es que no es una hipótesis. Es la realidad, y no es nada ingenua. Porque su intención era, y lo lograron durante unas horas, quebrar el stock para que no se repitiera el boca a boca y quedara el libro ahí, ¿entendés?

 

- ¿Está confirmado que esa maniobra existió?

 

- Sí, claro que existió. Está chequeado con la gente de la editorial, pero además hay antecedentes de esto. Cuando a Río Gallegos llega una revista, como Noticias por ejemplo, con una tapa que no les gusta salen a comprar todos los ejemplares. Vos dirás: “qué torpes que son”, pero no son torpes. Son vivos, porque el tipo no se entera, la va a buscar al kiosco y dice ´uy, no llego… y no la lee`. Y si nosotros no hubiéramos detectado el fenómeno a tiempo, las repercusiones del libro hubieran sido menores. Pero eso se convirtió en un boomerang. Sé que algunos de los intelectuales “K” a los que le pidieron que salgan a hablar mal del libro, no lo hicieron. Y al que sí le pidieron y lo hizo fue José Pablo Feinmann, quien en la propia columna de Página 12 dice que no leyó el libro. Desde la editorial se lo hicieron llegar y no habló más.

 

- ¿Por qué creés que la justicia no actúa a pesar de las pruebas documentales que constan en el libro?

 

- Yo creo que tienen copada gran parte de la justicia federal. Pero es todo muy obvio. Y la indignación de la gente es tan grande porque se dan cuenta. A Kirchner le abrieron tres causas por enriquecimiento ilícito, y en julio de este año tendrá que presentar la  declaración jurada nuevamente y volverán a dibujar los números. Como me dijo un juez federal en ejercicio al que le tengo mucho respeto: “Nunca al poder se lo condena mientras quede una porción importante del poder por ejercer y con capacidad de hacer daño.”

 

- ¿A qué atribuís el éxito del libro?

 

- Creo que salió en el momento justo. Yo no quería que salga antes de las elecciones para no confundir las cosas. Y también hubo un poco de suerte. Y, después, porque hay una necesidad de la sociedad de sujetarse a un talismán de la verdad, que los medios tradicionales no cuentan. Como pasó con Robo para la Corona, de Verbitsky o el Nunca Más, son casos donde se excedió el mero hecho periodístico. Y no es un libro sólo de coyuntura, porque tiene la historia del país de 2003 hacia acá y sirve para saber lo que nos puede pasar en adelante.

   

- ¿Pensás que Kirckner lo leyó?

 

- Hay dos posibilidades: o lo leyó de punta a punta, como obsesivo que es y todavía lo está sufriendo, o ni lo quiere abrir. Es más, sé que en un momento los chicos de CQC pensaron regalárselo en una nota. A lo mejor cuando vuelva de las vacaciones se lo puedo dedicar sin que se sienta ofendido, ¿no?

 

- ¿Pensás que sos el enemigo número uno de la pareja presidencial?

 

- No lo sé. Pero no dicen nada porque les conviene. Si con su silencio el libro está llegando a los 200 mil ejemplares, calculo que si hablaran… triplicaría las ventas.

 

- ¿Hay chance de que salga El dueño II?

 

- Sí, claro. Hay muchas posibilidades. De hecho estoy trabajando con material para otro libro. Lo que no sé es cuándo. Me quedó muchísimo material afuera porque ya más de 500 páginas, era una enormidad. Además todo el tiempo pasan cosas que supera lo anterior. O sea que me dan letra todos los días. Esto es para una novela de Stieg Larson, parece una eterna novela de ficción, pero lamentablemente es la realidad.

 

* Especial para Perfil.com