POLITICA
Fue citada a indagatoria

“Me sorprende cómo se rasgan las vestiduras, Macri asumió procesado”

El juez Ercolini indagará a la jefa de los fiscales tras las PASO por la compra de un edificio. El caso avanzó en tiempo récord. Es la primera vez que la Justicia cita a un procurador imputado.

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A tribunales. Ercolini (der.) basó su decisión en el pedido del fiscal Taiano, quien sostiene que su jefa tuvo responsabilidad en la compra irregular de la sede de la Procuración. La causa se abrió a fines de marzo. | Cedoc Perfil

“Me sorprende como se rasgan las vestiduras diciendo que me tengo que ir procesada. Mauricio Macri asumió su cargo estando procesado y obtuvo un rápido sobreseimiento apenas se convirtió en presidente”, le dijo ayer a PERFIL la Procuradora General, Alejandra Gil Carbó, apenas enterada de su citación a indagatoria. La funcionaria tendrá que presentarse a declarar después de las PASO en el cuarto piso de los tribunales de Comodoro Py 2002. La acusan de irregularidades en la compra de un edificio en donde hoy tiene su despacho.

El llamado a indagatoria se firmó ayer, ultimo día de actividad judicial antes de la feria invernal. El juez Julián Ercolini hizo lugar al pedido que el martes pasado le formuló el fiscal Eduardo Taiano por delitos de “fraude en perjuicio de la administración pública, abuso de autoridad, cohecho, tráfico de influencias y negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública”.  Ercolini le puso fecha a la citación para el 31 de agosto, para cerrar una lista de diez sospechosos que deberán explicar por qué se pagaron millonarias comisiones para la  adquisición por $43.850.000 del edificio de la calle Perón 667.

En ese edificio, la Procuradora se notificó ayer por la tarde de su citación. Le llamó la atención la rapidez de la convocatoria. La jefa de los fiscales siente que no importa lo que diga en su indagatoria. “Pensar que me repartí ‘miti y miti’ con cuatro funcionarios es una falta absoluta de seriedad que se contradice con toda mi trayectoria. Me examinaron cuando votaron mi pliego como Procuradora donde vieron que intervine como fiscal de Cámara Comercial en causas con miles de millones de dólares”, afirmó.

Aunque irá el 31 de agosto a defenderse y negar las acusaciones en su contra, Gils Carbó cree que ya tienen escrito su procesamiento. Y también el decreto para intentar expulsarla del cargo, aunque sectores del Gobierno buscan convencer a Macri de esperar a la Justicia para activar la embestida (ver página 3). Gils Carbó apunta directamente al Presidente. “Desde octubre de 2015, aún antes de asumir la Presidencia, sufro hostigamiento y amenazas. No solo en boca del Presidente sino también en redes sociales, publicando fotos de mi casa, alentando a escraches y amenazando a mis hijas”.

Gils Carbó había dicho esta semana que el fiscal Taiano estaba siendo sometido a muchas presiones para solicitar su indagatoria. Cuando PERFIL le preguntó quién estaba detrás de esas presiones, respondió: “El Gobierno”. Y puso un nombre: “Mauricio Macri”. “El Presidente ha encabezado claramente (las presiones) para poner a un hombre de su confianza al frente de la Procuración. Ya lo hizo con Martin Ocampo (hoy ministro de Seguridad porteño) cuando estuvo al frente del Gobierno de la Ciudad. Eso implica que todos los fiscales pueden perder su independencia. Y yo no lo puedo permitir”.

Esta semana, el diputado por Cambiemos Pablo Tonelli aseguró que no descartan “para nada” el desplazamiento por decreto de Gils Carbó porque la Ley Orgánica del Ministerio Público “es inconstitucional”. El ministro de Justicia, Germán Garavano, lo desmintió. Macri insistió: Gils Carbó “es una militante kirchnerista”.

“Debe respetarse la Constitución, aun ante delincuentes como Gils Carbó –dijo Elisa Carrió-. Los jueces pueden perfectamente dictar la prisión preventiva de Gils Carbó, ya que no tiene el privilegio de la exención de arresto”.

El jueves, Gils Carbó recibió el apoyo tácito de sus pares de Iberoamérica que se reunieron de urgencia por la procuradora venezolana Luisa Ortega. Ayer, mientras se firmaba su indagatoria, la funcionaria difundió un dictamen presentado ante la Corte Suprema para que el 2x1 no alcance a represores.

“No voy a ceder a las presiones –dijo Gils Carbó- y no voy a permitir que se quiebre la división de poderes”. Además, rechazó las sospechas del oficialismo en torno a una manipulación de las causas a través de fiscales aliados.  “Si como dicen yo direcciono a fiscales, no estarían ahora inventando una historia delirante sobre la compra del edificio”.

El caso: un edificio y comisión millonaria

La causa por la que deberá declarar en indagatoria la jefa de los fiscales, Alejandra Gils Carbó, comenzó con un sobre anónimo que llegó a una fiscalía. Ahí se denunciaba que el ex marido de la Procuradora, Héctor Alonso, había estado detrás de la polémica compra del edificio de la calle Perón. Ya hay un pedido de nulidad de uno de los imputados en el expediente, precisamente, por cómo se originó la investigación, indicaron a PERFIL fuentes judiciales. La versión sobre la vinculación del ex marido de Gils Carbó no se acreditó. Pero al investigar el fiscal Eduardo Taiano descubrió que que el funcionario a cargo de la licitación, Guillermo Bellingi, era medio hermano de un asesor de seguros que, como en un juego de cajas chinas, estaba vinculado a una inmobiliaria que, a su vez, asesoró a la empresa que vendió el inmueble. El edificio costó $43.850.000. La firma Arfinsa –del Grupo Bemberg–, dueña del inmueble, le pagó una comisión de $7.700.000 a Jaureguiberry Asesores Inmobiliarios por asesoramiento. Para el fiscal, es desproporcionada. Y a su vez, la dueña de esa firma, Bárbara Jaureguiberry, le entregó 3 millones a Juan Carlos Thill, medio hermano de Bellingi. Todos fueron llamados a indagatoria.

Para el juez Ercolini, existen motivos para sospechar que Gils Carbó y Bellingi, “violando los deberes  a  su   cargo,  diagramaron  un  complejo  entramado” para simular una  licitación. La forma en que “fuera pergeñada y llevada a cabo la  maniobra  permiten  presumir  la  existencia  de  ofrecimientos  y  acuerdos previos  para  que,  a  cambio  de  dinero  o  de  alguna  otra  dádiva,  emitieran  las  disposiciones necesarias” y se concretara la operación.