A pesar de la crisis de la política que se extiende alrededor del mundo y se profundizó en Argentina en 2001, los partidos políticos de nuestro país muestran un crecimiento leve en los últimos años. El Partido Justicialista y el PRO son los espacios que más aumentaron su cantidad de afiliados, mientras que el radicalismo muestra una baja en sus seguidores.
Según los datos de la Cámara Nacional Electoral, en 2016 se registraron 7.151.637 afiliados, lo que significa más de 250 mil nuevos afiliados en los últimos tres años (en 2013 había 6.893.007). “Aunque la cifra sea menor, es un signo positivo que los partidos sumen afiliados en un contexto en el que a nivel mundial los partidos pierden cada vez más credibilidad. Lo cierto es que las primarias abiertas simultáneas y obligatorias creadas en 2009 le restaron importancia a la afiliación, pasando a valer lo mismo el voto de un afiliado que el voto de un ciudadano sin pertenencia partidaria”, explica el politólogo Miguel De Luca.
El Partido Justicialista posee el 50 por ciento de los afiliados totales en el país y sumó, desde 2013, 65 mil miembros. Incluso, después de la derrota en la elección presidencial de 2015 continuó ganando adeptos hasta lograr hoy 3.635.206 afiliados.
Por su parte, el PRO, partido que creó Mauricio Macri, consiguió 10 mil adeptos más y el radicalismo perdió 134 mil afiliados.
“Si la ley de partidos políticos obligara a la renovación periódica de las afiliaciones, los números serían brutalmente distintos. Partidos de cuya existencia nadie se acuerda o cuyos miembros activos emigraron en un 95% hacia otros partidos siguen figurando con decenas de miles de afiliados. El stock de afiliados es una cifra absurda. Las nuevas afiliaciones sí son interesantes y son un indicador o bien de qué partidos políticos están más activos o bien de cuáles disponen de más recursos para atraer nuevos adherentes, lo que habitualmente tiene que ver con el control del Estado”, sostiene el sociólogo Gabriel Puricelli.
A pesar de las campañas que promovieron el voto a partir de los 16 años, son pocos los menores de 18 que completaron las fichas de afiliación (El PJ tiene 643 y la UCR posee 22). “La participación de los últimos años fue más ciudadana que política y no hubo una militancia partidaria si no más bien movimientista desde organizaciones como La Cámpora”, comenta el politólogo Sergio Berensztein.