POLITICA
arrepentidos ante el juez

Por temor, Calcaterra y otros empresarios aportarán precisiones

Ampliarán que no sólo entregaron dinero para la campaña electoral. En tanto, Bonadio se encamina a elevar la causa a juicio oral antes de fin de año.

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Al banquillo. El primo de Macri, ex dueño de Iecsa, y su CEO, Javier Sánchez Caballero, volverían en los próximos días a declarar frente a Bonadio. | Cedoc Perfil

A casi un mes de comenzada y con un récord de arrepentidos, la causa de los cuadernos de las coimas podría tener novedades en los próximos días. En los tribunales de Comodoro Py trascendió que algunos de los que ya declararon como arrepentidos podrían volver a presentarse para justificar los “aportes de campaña” del que hablaron en un primer momento. Los rumores mencionan que podrían ser Angelo Calcaterra y su hombre de confianza Javier Sánchez Caballero, pero podrían ser varios empresarios más.

Las versiones que llegaron a PERFIL indicaron además que otras empresas evaluaban presentarse en estos días también lo harán porque cada vez que trasciende algunos de los nombres mencionados por peces gordos arrepentidos, crece la ola de pánico entre las contratistas del Estado.

En tanto que, aunque todavía no está firmado ni el procesamiento de los involucrados –algo que sucederá en los próximos días-, la causa por los cuadernos ya avanza segura hacia el juicio oral. Es inédito pero es así: el 1 de agosto estalló mediáticamente el escándalo de los cuadernos k de Oscar Centeno y la causa ya tiene 15 detenidos, dos prófugos y 17 acusados arrepentidos que confesaron las maniobras y apuntaron hacia arriba, en la estructura de la banda que –según la acusación- encabezaron los ex presidentes Néstor y Cristina Kirchner para quedarse con millonarios negocios de la obra pública.

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Avances. Bonadio no firmó aún su resolución pero el comunicado difundido en la noche del viernes por el Centro de Información Judicial (CIJ) no dejó lugar a dudas: aseguró que se obtuvieron “indicios que ‘prima facie’ permiten sostener que, durante un lapso cercano a los ocho años –cuanto menos–“ un grupo de funcionarios del Ministerio de Planificación, liderados por Roberto Baratta, “efectuaron las cobranzas” llevados por Centeno y, tras quedarse con un porcentaje, las llevaban a otros personajes  y éstos “finalmente los derivaban a manos de los verdaderos beneficiarios de la maniobra ilícita: Néstor, Cristina y Julio De Vido.

Con fotos de Bonadio, Stornelli, Cristina y otros dos imputados (el ex juez Norberto Oyarbide y el auditor Javier Fernández), el comunicado del CIJ incluyó un ramillete de resoluciones rechazando excarcelaciones, nulidades y recusaciones.  “¿Para qué vamos a apelar si ya está todo decidido, no?”, comentó con ironía a PERFIL uno de los defensores de la causa. “Con las pruebas que hay, ya tienen todo decidido para mandar el caso cuanto antes a juicio oral, apurando los plazos porque tienen gente presa… Justito para la campaña presidencial”, agregó otro letrado.

Si Bonadio firma el procesamiento en estos días, la Cámara Federal tiene decidido apurar su revisión apenas le llegue. Y si bien Bonadio puede seguir investigando, este tramo principal de la causa podría elevarse a juicio antes de fin de año. Nadie se atreve a sostener que puede estar sentada en el banquillo en plena campaña electoral porque eso depende de los tiempos de los tribunales orales. Pero igual Cristina tiene ese escenario similar para las causas de obra pública y Memorándum con Irán.

Los datos que exhibió el informe del CIJ no tiene nada distinto de lo que sostiene la acusación que le leyeron a los 52 imputados de la causa cuando enfrentaron sus indagatorias, pero cobró fuerza de resolución. En su informe, Bonadio dejó en claro que su causa hay una artillería: 32 cuerpos de “actuaciones y voluminosa documentación”, con los resultados de tareas de inteligencia, cruces telefónicos y 70 allanamientos.

Dinero. En los procedimientos de Bonadio se secuestraron 250 obras de arte valuadas en 42 millones y medio de pesos, autos y billetes ($6.350.000, U$S 1.245.000 y € 235.000). Todos los imputados tienen sus bienes inhibidos. Pero Bonadio está convencido que hay más dinero por encontrar. El abogado Mariano Cúneo Libarona –defensor de varios imputados- dijo que  el juez cree que podría haber dinero escondido en “Luxemburgo, Nueva Zelanda y Andorra”.

Con el financista preferido de Néstor Kirchner, Ernesto Clarens, esperando pista para ver si alcanzan sus aportes para conseguir la homologación de Bonadio, el que sí habló el viernes ante Stornelli fue el empresario Mariano Martínez Rojas -detenido en el marco de la causa de las DJAI, en el fuero Penal Económico- Aseguró conocer los mecanismos utilizados para sacar del país el dinero mencionado en los “cuadernos de las coimas”: ya señaló a CFK, Daniel Scioli, De Vido, el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno y hasta el ex titular de la AFIP kirchnerista, Ricardo Echegaray.

Especulaciones sobre las fechas

Un dato que llamó la atención, entre los observadores de la causa, es que el juez y el fiscal sostienen que la asociación ilícita funcionó desde 2008, pese a que los cuadernos de Centeno comenzaron a escribirse en febrero de 2005. Abogados malpensados que circulan por Comodoro Py recordaron que la familia Macri había vendido Iecsa en marzo de 2007 a Calcaterra SA, de Angelo Calcaterra, primo del Presidente. Fuentes judiciales comenzaron a preguntarse sobre el momento en que se inició la supuesta banda encabezada por Cristina Kirchner e integrada por empresarios y pusieron como espejo el caso de la obra pública entregada a Lázaro Báez en Santa Cruz, que llevará a CFK a juicio oral. Elisa Carrió aseguró que la asociación ilícita de los Kirchner funcionó desde mayo de 2003, cuando Néstor llegó a la Rosada.

Por eso no se entiende aún por qué Bonadio y Stornelli hablan de una banda de recaudadores desde cinco años después. En especial, si el ex ministro de Economía Roberto Lavagna denunció en 2005 los sobreprecios y la cartelización de la obra pública. Un rato después de esa acusación, Néstor Kirchner elogió a empresarios diciendo que ellos eran “parte de la columna vertebral de la economía del país”.