POLITICA
POLTICA Y DINERO

Quiénes son los aportantes detrás de los candidatos

Cristóbal López y sus socios fueron el gran sostén privado del kirchnerismo. El empresario Caputo, del macrismo.

Los empresarios Cristóbal López, para el FPV, y Nicolás Caputo para el PRO, dos de los principales aportantes de fondos privados para esta campaña electoral.
| Cedoc

Detrás de un gran candidato, siempre hay un gran financista. En democracia las elecciones se ganan con votos, pero primero se necesita alguien que pague la campaña. Las últimas primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) no fueron la excepción a esta regla de oro de la política, porque los competidores apelaron a toda clase de mecanismos para solventarse, incluyendo los clásicos aportes económicos de grandes empresarios.

Para estos comicios, las distintas fuerzas recibieron contribuciones del Estado. Sin embargo, también tuvieron una fuente principal de dinero en el sector privado: el multiempresario Cristóbal López en el kirchnerismo, el constructor Nicolás Caputo en el PRO, intendentes y candidatos en el Frente Renovador de Sergio Massa, fondos partidarios para Margarita Stolbizer y préstamos de dirigentes en el caso de Elisa Carrió.

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Esta información se encuentra en los informes de financiamiento de campaña, que los postulantes presentaron la semana pasada ante la Justicia Electoral. Como ya reveló PERFIL en sus ediciones anteriores, el oficialismo encabezó el ranking de gastos en la provincia de Buenos Aires, en donde desembolsó más de trece millones de pesos. Este diario también informó que Cristóbal López y sus socios habían aportado 750 mil pesos a la candidatura de Martín Insaurralde. Después de un análisis más detallado de los aportantes, se encontraron más empleados del empresario que pusieron fondos en esa campaña, lo que significa que la contribución de su grupo fue todavía mayor: un total de $ 910 mil.

Las mayores cifras fueron aportadas por sus socios en los casinos y por los gerentes centrales de su holding, con sumas no inferiores a $ 100 mil cada uno. Ahora aparecen otros integrantes de su imperio, como Horacio Bilbao (Casino Club), Marcelo Fiordelli (Oil Combustibles), Gustavo Dalla Tea (CV1 Concesionaria Vial), el gerente de C5N Marcelo Salomone y otros dos empleados de Inversora M&S.

En el caso del PRO, el principal financista es la familia de Nicolás Caputo. El poderoso empresario constructor y mejor amigo de Mauricio Macri aparece formalmente con 45 mil pesos. En las mismas planillas aparecen varios parientes suyos, que también participan en los negocios familiares. En las candidaturas de Gabriela Michetti y de Sergio Bergman, los aportantes de apellido Caputo pusieron un total de $ 325 mil.

En el caso del candidato del Frente Renovador, Sergio Massa, la mayoría de los aportes figura a nombre de los intendentes que lo respaldan y sus otros candidatos. Con montos máximos de hasta 60 mil pesos, aparecen entre ellos Rubén Giustozzi (Almirante Brown), Luis Andreotti (San Fernando), Patricio Hogan (General Alvarado) y funcionarios del municipio de Olavarría, donde el massismo sacó más de 20 puntos de diferencia.

Tanto en el Frente Progresista Cívico y Social como en la Coalición Sur apostaron a una estrategia similar: financiarse con su partido. La candidata Margarita Stolbizer recibió aportes del GEN por más de un millón de pesos. La dupla Pino Solanas-Carrió les solicitó “préstamos a reintegrar” a los dirigentes de sus filas por $ 887.432.

 

El Caso Ciccone y otras curiosidades

Entre los financistas del candidato a diputado Martín Insaurralde también se destacan otros nombres. En las planillas aparecen dos mujeres que estuvieron salpicadas en un escándalo de presunta corrupción del Gobierno: la impresión de billetes en la ex planta Ciccone Calcográfica. Se trata de la presidenta de la Casa de la Moneda, Katya Daura ($ 8 mil) y la funcionaria de la Anses marplatense María Guadalupe Escaray ($ 10 mil), señalada como prima del supuesto testaferro del vicepresidente Amado Boudou, Alejandro Vandenbroele.

Por supuesto, aparecen muchos funcionarios de la gestión kirchnerista.

Al igual que en las elecciones de 2011, vuelve a figurar Alejandro Tullio ($ 10 mil). Es el director nacional electoral, que tiene la delicada tarea de llevar adelante una buena organización y control de los comicios.

Con el mismo monto contribuyó Marisol Granados, hermana del flamante ministro de Seguridad bonaerense.