La sala IV de la Cámara Federal de Casación revocó ayer la prisión domiciliaria del represor Miguel Etchecolatz, quien estaba cumpliendo su condena desde el 29 de diciembre en un chalet del Bosque Peralta Ramos, en Mar del Plata. Con esta decisión, es inminente su traslado, aunque hasta el momento la Justicia no definió dónde. Se especula que el represor podría ser derivado hacia el Hospital Penitenciario Central del Penal de Ezeiza.
Con los votos de los camaristas Mariano Borinsky, Juan Carlos Gemignani y Gustavo Hornos, el tribunal dio lugar a los recursos que presentaron Pablo Llonto, el abogado querellante, y la fiscal María Angeles Ramos. Los jueces determinaron que “el estado de salud que presenta Miguel Osvaldo Etchecolatz no impide que permanezca alojado en el establecimiento penitenciario recibiendo la atención y los controles médicos adecuados para el tratamiento de sus patologías”, dice el comunicado que publicó el Centro de Información Judicial (CIJ). Borinsky, el presidente de la Cámara, señaló que “no se advierte impedimento alguno para que el nombrado (Etchecolatz) permanezca en un establecimiento penitenciario, recibiendo la atención médica, el tratamiento y los controles que sean necesarios para atender sus patologías.
Etchecolatz gozaba el beneficio de la prisión domiciliaria por decisión del Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) N° 6, que basó su decisión por cuestiones de salud del ex jefe de la Policía Bonaerense durante la última dictadura. Mientras estuvo detenido, tuvo dos accidentes cerebrovasculares y diversas complicaciones cardíacas. En el fallo, Borinsky, Hornos y Gemignani cuestionaron lo hecho por el TOF 6: “Omitió referirse a la circunstancia invocada por el Ministerio Público Fiscal en su recurso de casación referida a la revocación, con fecha 24 de octubre de 2006, del anterior arresto domiciliario de que gozaba Etchecolatz luego de verificarse que poseía armas de fuego en su vivienda de Mar del Plata”.
La decisión tomó por sorpresa a los familiares de las víctimas y a los organismos de DD. HH. “Sentimos mucha emoción. Me revolvía las tripas que esté en su mansión de Mar del Plata. En lo personal, me reconforta que la Argentina dé un paso así. El es un símbolo de la represión, de la tortura y de las desapariciones forzadas en el país”, sostuvo en diálogo con PERFIL Pablo Llonto, abogado de la causa de Puente 12.
Etchecolatz estaba bajo la tutela de Graciela Luisa Carballo, su garante ante la Justicia. “Gracielita”, como la llama el represor, es quien lo defendió durante los once años que pasó en prisión y quien lo atiende en su fortaleza del Bosque Peralta Ramos.