El extitular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, aseguró este miércoles 24 de abril que el mundo vive “un retroceso del sistema democrático" y que hay una "explotación" de emociones negativas en pos de ganar elecciones. “Esto es peligroso. Si analizamos el discurso público imperante en muchos países veremos que no se diferencia del que había en el Medioevo o de lo que hemos pretendido superar con el Estado de derecho", dijo en una charla en el Aula Magna de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Tucumán.
Durante la conferencia, que se desarrolló en el marco del congreso “El Derecho y su enseñanza en una democracia”, el promotor del actual Código Civil y Comercial relacionó conceptos de la neurociencia y el campo jurídico, y aseguró que el miedo, el odio, la inseguridad y la frustración son "los enemigos actuales" de la democracia. "Son emociones medievales que la están poniendo en riesgo”, definió. “Para entender el mundo de hoy necesitamos más que nunca una mente oceánica, que se alimente de distintos ríos”, afirmó.
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En este marco, Lorenzetti propuso “transmitir valores y utopías" porque "nadie quiere vivir en la infelicidad" que produce una sociedad frustrada. Además, el orador se refirió a la grieta que vive el país desde el pasado. “Los argentinos hemos transitado por la polarización extrema y las divisiones odiosas desde los unitarios y los federales, y todavía creemos que eso sirve para nuestra sociedad democrática”, expresó.
En otro segmento del discurso, planteó el problema de la frustración. “Nosotros sabemos bastante de esto. Generación tras generación se entusiasma con un movimiento y se frustra rápidamente. La sociedad vive en un estado depresivo, donde nadie cree en nada y donde se ha frustrado toda idea de ilusión colectiva acerca de modificar y mejorar el mundo”, aseguró en relación a nuestro país, según consignó el diario La Gaceta de Tucumán.
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Por último, el magistrado hizo referencia al impacto de la tecnología y las redes sociales en las relaciones de poder. “En los últimos 200 años no se inventó casi nada. Pero el mundo cambió bastante. La aceleración tecnológica destruye la intermediación y exacerba la inmediatez. Tenemos seguidores de tendencias que surgen en las redes, lo que impacta en el estatuto del poder porque vemos que las decisiones que toman los gobiernos aquí y en todo el mundo son cada vez más inmediatas, y siguen las corrientes del momento. Los problemas de fondo no se tratan. Se prometen beneficios sin imponer costos. Las grandes transformaciones resultan difíciles”, reflexionó. Tras la conferencia, el orador compartió una cena en la Casa de Gobierno de esa provincia con el gobernador Juan Manzur.
AB/FeL
