Alan Faena pagó US$ 50 mil por el 'perfume de Mujica'

El es uno de los referentes del arte conceptual en Uruguay. Y como tal, Martín Sastre gestó, hace ya más de un año, una idea que se convirtió en una obra de arte de la que siente muy orgulloso: U from Uruguay, un perfume creado a base de flores que el presidente uruguayo José Mujica cultiva en su chacra de Rincón del Cerro. El viernes, la misma se presentó en el Pabellón Italo-Latinoamericano de la Bienal de Venecia para subastarse y recaudar así fondos para la creación del Primer Fondo Nacional de Arte Contemporáneo de Uruguay dedicado a artistas latinoamericanos. Allí, a través de Marta Minujín, Alan Faena –quien conoció a Sastre cuando en 2007 le dio el premio F de las Artes– se hizo de la original pieza por US$ 50 mil dólares. Esta cifra lo convirtió en el perfume más caro del mundo. Según Sastre explicó a PERFIL, con U from Uruguay quiso expresar el contraste entre el lujo de la industria y la humildad de su presidente.
—¿Qué aroma tiene?
—El olor a la primavera en Uruguay.
—¿Qué flores utilizaste?
—Flores silvestres, crisantemos, romero, jazmines, y chirca.
—¿Por qué la forma piramidal del envase?
—Porque cuando lo diseñé estaba leyendo un libro sobre las pirámides y, según diferentes teorías, es una forma que da energía a su contenido. Y a juzgar por todo lo que sucedió con U from Uruguay creo que es cierto.
— ¿Qué te dijo Mujica cuando se lo mostraste?
— El presidente aún no tiene su botella, se la daré en unos meses. La única terminada es la que adquirió Faena. Por otro lado, cuando estuvimos en su chacra quedó sorprendido por todas las propiedades que tiene la chirca, como la de generar un aceite ideal para hacer perfumes.
— ¿Y su mujer?
— Lucía Topolansky fue mi gran cómplice. Su sensibilidad hacía el proyecto fue fundamental para completarlo. Ella generó el encuentro con el presidente y le estoy profundamente agradecido.
—¿Cómo lo tomó Mujica?
—Ambos fueron muy amables en recibirme en su casa, que es un espacio privado donde, justamente, desconectan de la vida pública y conectan con su esencia, con la naturaleza, con sus valores. Ese gesto para mí fue enorme. Y la verdad es que nunca se lo expliqué. Simplemente le pedí perdón por el alboroto que generó y le dije que nunca imaginé que saldría en las noticias de China. Y él me contestó: “No te preocupes, la gente no tiene nada que hacer”.
— ¿Te ofrecieron masificarlo?
—Sí, muchos. Evidentemente, si se masificara no podría ser hecho con las flores del presidente, sí con plantas autóctonas de Uruguay. Sería muy bonito que pueda ser usado por todo el mundo. Soy de la idea de que el arte tiene que ser accesible a todos.