El último adiós a Manuel García Ferré

Cuando dentro de varios años pregunten quién fue, seguramente, además de recordar a sus principales personajes, alguien exclamará volviendo a la infancia: “Chucu chucu chu”, “Tru la la”, o “Sombrero, sombreritus conviérteme en Superhijitus” o “Intríngulis Chíngulis, uh uh uh”. Después de todo, por algo le decían el hombre con corazón de niño.

Ayer por la mañana, en el Jardín de Paz de Pilar, despidieron los restos de Manuel García Ferré, el creador de personajes que forman parte de la historia de animación de la Argentina donde Hijitus, Anteojito y Petete son apenas algunos de los más famosos.

Hasta allí se acercaron para darle el último adiós sus familiares más íntimos, entre ellos, sus tres hijos: Irene, Diana y Carlos y su actual esposa. El velatorio se inició después de las 9 de la mañana en una sala de la calle O’Higgins y la ceremonia de inhumación se realizó a las 10.30 en el cementerio Jardín de Paz.

El artista gráfico falleció el jueves a los 83 años durante una intervención cardíaca en el Hospital Alemán. "Fue a hacerse un chequeo, lo dejaron internado y se complicó", relató Pedro Suero, uno de los actores que hizo la voz de dieciséis de los personajes creados por García Ferré.

Historia. Este español oriundo de Almería y llegado a la Argentina en 1947, pudo publicar por primera vez en la revista Billiken, y lo hizo con un pajarito llamado Pi-Pío. Años después de eso, en 1952 creó la publicación infantil Anteojito que se convirtió, en los kioscos de diarios y revistas, en rival de Billiken. Como no eran revistas económicas había bandos de lectores fieles a una sola publicación. Durante más de tres décadas, Anteojito estuvo en el mercado editorial y su sello fue, además del contenido, Anteojito, uno de los personajes más famosos de García Ferré.

En 1967 llegó a la televisión con la serie de dibujos animados Hijitus, la primera en la Argentina, con un éxito tal que le seguirían largometrajes dedicados exclusivamente al público infantil, entre ellos Ico: el caballito valiente, Pantriste y más recientemente, Manuelita.

“Mis personajes tienen un fin didáctico o moralizador porque expresan ternura y sabiduría en lugar de violencia o expresiones de mal gusto. Creo que haber sufrido la Guerra Civil Española hizo surgir en mí la idea de buscar personajes que fueran símbolos de comprensión y paz”, decía este artista que había nacido en 1929. En 1995, viudo y padre de tres hijos, se casó por segundas nupcias con María Inés Labombarda Vizcaíno.

En el año 2009 fue declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. Su última película, Soledad y Larguirucho, fue en 2012, junto a Soledad Pastorutti. Alguna vez su colega Sendra –presente en el velatorio– recordó en una sobremesa cuando Ferré, le dijo: “El ser humano busca dos cosas: sobrevivir y reproducirse; eso es todo”.
García Ferré cumplió sus objetivos y con sus personajes, además se volvió tal vez, algo que pocos logran, ser inmortal.