Barbi Recanati se convirtió en una referente dentro de la industria musical argentina. No solo por sus canciones y discos sino también por su compromiso para fomentar el material de artistas mujeres de todo el país. “Hacemos charlas, encuentros, talleres de capacitación, grabamos discos, etc. Por la pandemia tuvimos que replantear las formas y reglas pero buscamos la forma de continuar con esto”, explica a PERFIL en una charla sobre música, tecnología y plataformas.
-Llevamos un año de pandemia. ¿Cómo te encuentra hoy en día?
-Me encuentra muy activa pero replanteando la forma y reglas de cada cosa que hago por la pandemia. Estoy haciendo un montón de cosas de una forma muy distinta a como las hacía hace dos años. Hoy estamos por Zoom haciendo los talleres y mucho más metidos en la distribución musical. Fue un año de no poder vernos cara a cara con absolutamente nadie y empezamos a encontrar diferentes formas de seguir conectades y para adelante. Y con la música personalmente me pasa lo mismo. En otro momento tal vez estaría sacando otro disco rapidísimo para poder salir de gira y presentarlo. Ahora todo lo pensás distinto porque capaz salís de gira, hacés cuatro shows y volvés para atrás.
-¿Encontrás aspectos positivos?
-Si tengo que pensar en lo positivo, hay algo que pasa en varias áreas. A veces cuando uno se queja, se queja de lleno. Tal vez vive en una ciudad que tiene todo cerca, que no te tenés que tomar tres trenes y tenés tiempo libre para hacer reuniones. Cuando pasan estas cosas se terminan democratizando un montón de herramientas y formas y se vuelve más accesible para un montón de personas. Creo que esta era digital de las reuniones puede tener un montón de contras y cosas negativas pero a la larga hace que una persona que vive en La Quiaca pueda tener una reunión con una que vive en Palermo. Solo tiene que contar con conectividad y una computadora, que no es poco pero que es muchísimo menos que lo que se necesitaba para tener una reunión presencial a las diez de la mañana. Lo mismo a nivel internacional.
-Era algo que existía pero que con la pandemia se estableció como lo normal...
-A mi me pasó que el año pasado y este me encontré teniendo un montón de entrevistas con periodistas de México, de Colombia, de Estados Unidos o España que, por alguna razón, antes esas entrevistas no las hacía y no me las pedían. La posibilidad estaba pero nos negábamos un poco al acceso digital y considerábamos que era algo mucho menor a lo presencial. Estábamos cerrándonos un montón de posibilidades y puertas.
En ese contexto, Barbi Recanati y Goza Récords, sello discográfico feminista que fundó junto a Futuro Rock, estarán dentro del EQUAL, un nuevo espacio dentro de Spotify enfocado en fomentar la igualdad de las mujeres en el audio y a celebrar sus contribuciones.
-¿Cómo analizas EQUAL?
-A mi me pasó puntualmente con Goza y con todo lo que se hace para generar mayor equidad en la música, que Spotify nos dio un apoyo desde que empezamos. Y desde un lugar de mucha empatía. Prestaban mucha atención a cada lanzamiento que les mandábamos, entendiendo que la intención del sello no era comercial sino más bien social y cultural. Siempre le dieron una escucha y espacio especial a cada artista, entendiendo que las decisiones que tomaban tenían un montón de repercusión a la hora de generar mayor equidad en la música. EQUAL es una pieza más de todo un mapa que estamos tratando de construir dentro de los organismos.
-¿Son importantes estos espacios?
-Hace un tiempo hicimos capacitaciones que se llamaban Aula Spotify y fue un gran apoyo para esos talleres. Mujeres le daban clases de bajo, canto, guitarra, producción y más a otras mujeres de Buenos Aires. También a otras mujeres del país que eran becadas para viajar sin costo. Por eso me parece que lo de EQUAL es una pieza más de un camino y apuesta que viene teniendo Spotify a la hora de asumir la responsabilidad de los espacios en cuanto a la equidad y a la justicia social en general. Me parece que es super importante, necesario y que está buenísimo que se haga desde lo que sabes hacer. Spotify difunde canciones y entonces genera un espacio, una plataforma, una excusa donde incentivan a la gente a hacer más clicks en estas canciones e incentivan a artistas mujeres a difundir más su obra. Spotify me parece copado porque hay una construcción coherente en Argentina y a lo largo de estos años sobre lo que pueden hacer.
-¿Estas herramientas tecnológicas democratizan la industria?
-Ni hablar. Lo que pasa es que a medida de que esa democratización de herramientas avanza, empieza a haber personas que tienen más acceso que otras y a abusar de eso. Entonces encontrás diferencias enormes. Entendés que hay un montón de artistas que pueden acceder a cosas en las plataformas digitales que artistas chicos no y que tiene que ver con sellos discográficos o dinero y eso siempre va a estar ahí. Es muy difícil cambiar eso pero sí creo que más allá de esa diferencia de visibilidad o comercial, el hecho de darle un link de tus canciones a cualquiera y que esa persona pueda escucharlas es increíble. Me acuerdo cuando tenía que grabar un disco y te decían: “Doscientas copias mil pesos y mil, mil cien”. Y vos no tenías esos cien pesos de diferencia y andabas con doscientas copias de acá para allá eligiendo qué doscientas personas lo iban a escuchar. Hoy podés subir lo que se te ocurra por día y sin límite. Lo único que tenés que hacer es grabarlo, que sigue siendo mucho pero menos de lo que era antes. Cada vez estás más cerca de democratizar esos accesos y herramientas. Después la parte comercial es muy desigual pero cualquier puede tener sus canciones online y mandar un link para que las escuches.
-¿Cómo analizas que todo el tiempo se está hablando de los números, la cantidad de visitas, etc?
-Se van modernizando las excusas y argumentos y los espacios a ocupar. Pero es siempre lo mismo. Ahora es con números pero antes era si te ponían en los festivales por ejemplo. Vos tenías la ilusión de que si te ponían en un festival y tocabas antes de tal banda entonces la pegabas. Hoy es la ilusión de si te escuchan mil millones de personas y entonces la pegas. Y la realidad es que pegarla primero es pegártela. A veces el mundo artístico está detrás de pegarla y en realidad no se dan cuenta que están detrás de pegártela y es el final de todos. Después hay artistas que les va mejor que a otros comercialmente por un montón de cosas. No solo por los números, los festivales, las giras o los discos. Hay muchas cosas que conspiran en el universo y que coinciden y que le pasan a un par de personas. Es medio fantasioso buscar la razón. Y con los números es medio como el huevo y la gallina. Hay artistas que tienen números antes de ser conocidos y otros que son conocidos y por consecuencia tienen números.
-¿Qué proyecto tenés para el 2021?
-Con respecto a mi música, justo esta semana se cumple un año de mi disco Ubicación en tiempo real. Se lanzó el 20 de marzo, día que empezó la cuarentena. Pudimos tocarlo en vivo solo dos veces y por un lado tengo ganas de meterme a grabar canciones nuevas y sacar un disco pero al mismo tiempo salir de gira con ese disco. Cosa que no sé si va a suceder tampoco. De a poco estamos haciendo acústicos, algunos shows y nos metemos a grabar. Y con Goza también, reformulando qué podemos hacer desde el distanciamiento social y asumiendo nuevos proyectos, ayudando a otros a producir y generando ideas nuevas.