Fabiola Yáñez tuvo su primer test como posible primera dama

“Orgullosa de vos”. Es la segunda vez que Fabiola Yáñez se lo dice a Alberto Fernández de forma pública en las redes. La primera había sido el pasado 11 de agosto, cuando arrancaba la jornada de las PASO y ni ella ni él se imaginaban la sorpresiva diferencia que su pareja le sacaría a Mauricio Macri. Casi un mes después,  en medio de un escenario de crisis que parece precipitar cada vez más la victoria del espacio peronista, Fabiola da pasos seguros en el emporio de las declaraciónes medidas: Instagram.

Esta semana volvió a epigrafiar de la misma forma esa felicidad que la invade. “Esta tarde en el Congreso de Diputados. Madrid. Orgullosa de vos”, le escribió a Fernández, arrobando su nombre.

Con esta nueva presencia, podría decir que Fabiola se probó por primera vez el traje completo de primera dama: con una sonrisa de lado a lado, la imagen la muestra luciendo un vestido floreado negro y rojo, tomada del brazo de su pareja. Ella aún no lo dice, pero sabe que tiene muchas chances de ocupar ese nuevo rol junto al candidato de Frente de Todos. En tres meses, el mundo de Fabiola puede cambiar 180 grados, mudanza a Olivos incluida.

Por ahora, el perfil bajo es su norte. No da notas, ni –dicen quienes la asesoran– las va a dar aún. El jueves pasado asistió a un desfile de César Juricich, quien presentó su colección Hibiscus Glam en el marco de un cóctel benéfico organizado por la Fundación Stamboulian. La actriz y periodista, quien mantiene una relación de hace varios años con el diseñador, estuvo presente sin hacer tanto ruido. “El solía ir a sus espectáculos y ella hace lo mismo con sus desfiles, sobre todo si se trata de temas relacionados con ayudar a los demás”, cuenta una persona que participó de la organización. Aquella noche, Fabiola quiso pasar desapercibida. “Cuando le ofrecieron su asiento en primera fila, pidió por favor si la podían ubicar en la segunda”, cuentan.

Quienes la conocen dicen que tiene un fuerte compromiso social, sobre todo le interesan los temas de primera infancia y comunidades originarias. El fin de semana del sábado 24 de agosto visitó una iglesia en la localidad misionera de Apóstoles. “Dios nos la mandó”, manifestó Sandro Gazán, el pastor del lugar. “Cuando nos enteramos quién estaba charlando con nosotros fue muy emocionante. Una persona humilde, sencilla y encantadora. No quiso que hablemos de su pareja, ni de política, muy ubicada”, manifestó el religioso, a cargo de la Escuelita Bíblica Un Tiempo con Dios de la Iglesia Venga a Nosotros Tu Reino.

Esa mujer. Fabiola tiene varios hobbies: le gusta leer y escribir. Ama los caballos y cada vez que puede va a montar o tomar clases. También le gusta cocinar e ir a caminar a la Reserva Ecológica. Amante del arte y la música, intentó con la guitarra pero, dice ella, no es lo suyo. Convive desde hace unos tres años con Fernández en el departamento que ocupa el candidato en el edificio River View de Puerto Madero, prestado por Enrique “Pepe” Albistur, ex secretario de Medios del kirchnerismo.

Comenzó su carrera como periodista en Canal 6 de Cablevisión en Rosario, y luego Canal 3. Luego se mudó a Buenos Aires, estudió periodismo en la Universidad de Palermo y paralelamente tomó clases de teatro con Carlos Evaristo y Dora Baret. Fue cuando estaba terminando los estudios que conoció a Alberto. “Lo conocí cuando dio una charla en la universidad. Ya no era funcionario, había renunciado. Yo estaba terminando mi tesis y lo entrevisté para completarla, pero hice muchas otras entrevistas también”, contó en TV. En el último tiempo participó como periodista en “Incorrectas”, el programa que conduce Moria Casán en América. En cuanto a la actuación formó parte de la comedia teatral Entretelones, junto a Fabián Gianola, a quien acusó en su momento de acoso. También estuvo en Otra vez papá... después de los 50, una comedia con el actor y cantante Manuel Wirtz.

Cuando Macri asumió varios especialistas en comunicación hablaban de la importancia que ocupaba Juliana Awada en la imagen presidenciable de su marido.   Habrá que ver qué le depará a Yáñez, quien, pareciera, sigue los mismos pasos que Awada, aunque, en su caso, el margen de voto parece ya ubicarla en un lugar privilegiado.