A casi tres semanas de la muerte de Débora Pérez Volpin, la familia de la periodista –querellante en la causa– reclamó que se activen varias medidas de prueba que, según admitieron a PERFIL fuentes de la causa, “vienen algo demoradas”. Si bien hasta que no estén los resultados de los estudios histopatológicos no habrá grandes novedades, es importante para la familia de Pérez Volpin que tales estudios marquen el curso en la investigación. Hasta el momento, los señalados en la intervención en la que falleció la periodista son Nélida Inés Puente, la anestesista y Diego Bialolenkier, el endoscopista. Sin embargo, así lo confirmó a PERFIL Diego Pirota, abogado de la defensa, el reclamo es investigar a más médicos. “Queremos ir por todo. Queremos conocer los nombres de todas las personas que trabajaron los días 5, 6 y 7 de febrero en la clínica y que tuvieron que ver con el tratamiento de Débora”, dice Pirota. “Al mismo tiempo mandamos a peritar el endoscopio secuestrado. Queremos saber si ése es que se usó o no en el procedimiento”, agrega el letrado.
Mientras Bialolenkier permanece sin hacer ningún tipo de declaraciones, la anestesista dio algunos detalles del día de la muerte de Pérez Volpin. Lo hizo a través de un escrito presentado la semana que pasó por su abogado, donde dice, según trascendió: “No entender que una persona tan llena de vida haya encontrado la muerte en el quirófano”. Los abogados de la causa miran con cierta preocupación la poca celeridad que, creen, el juez Gabriel Ghirlanda le está dando a las medidas de prueba presentadas.