PROTAGONISTAS
A sus 19 años

“Soy capitalista, nihilista, me gusta el cine, el arte y la radio", dice Luca Martin

El hijo de Nancy Duplaá y Matías Martin tiene 19 y trabaja en FM Metro junto a María O’Donnell. Desconfía de la educación tradicional y evita discutir de política con su madre.

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Radial. Luca empezó a trabajar con su padre; ahora tiene un espacio en radio con María O’Donnell. | Marcelo Aballay

“¿Me tiro en el piso?, tipo convulsionando”, propone a la hora de las fotos. Luca Martin va y viene sobre un patio trasero que tiene Radio Metro. Revisa su celular, manda audios y vuelve sobre un metegol para el próximo click. Luca se divierte como un niño aunque ya no lo es. A punto de cumplir 19 años, el hijo de Matías Martin y Nancy Dupláa está dispuesto a patear el tablero nepotista que pesa sobre él, el escenario por decantación que tiene por recorrer. Este año decidió dejar las incursiones en cine y series que hacía con su padre en Basta de todo y comenzó a hacer una columna en la primera mañana de María O’Donnell.

A juzgar por sus señas particulares, Luca respira lenguaje audiovisual por todos lados. Lleva una remera de la serie The Office y en sus puños tiene tatuado en colores las Infinity Stones, las gemas que dominan en el universo de Marvel Comics. “Son las gemas que representan verdades en el infinito: tiempo, alma, realidad, espacio y poder. Me falta una que es mente”, explicará acomodando una y otra vez su pelo rebelde.

Como pararse enfrente de un tren. Así grafica él esta cuestión de ser hijo de. “Es una fuerza inevitable la que te viene. ¡Qué sé yo!, no vas a poder escaparte”, dice. ¿El salto a otro programa es esa vía de escape? Luca dice que no necesariamente: “Tenía ganas de empezar a trabajar más y me dieron esta oportunidad. Necesitaban una persona de mi edad para tener una perspectiva diferente; son todos de 30 para arriba en el programa”.Luca comenzó en 2015 a pedirle a su padre participar en su programa. “Me viejo me dijo que no. Después vino 2016 y lo mismo: no. Entré en 2017 con 16 años”, rememora.

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—¿Por qué no te dejaba?

—Porque no sabíamos qué podía hacer. Ambos queríamos que tenga un sentido. Empezamos entonces con esa idea de hacer tops de cine. Nunca hubo un enfoque de lo que era la columna, era más yo hablando de cine con mi perspectiva.

—¿Y ahora qué hacés?

—Me lo vendieron como “cultural general millennial” a lo cual dije no. Luego me dijeron, “pero es trabajo”, así que dije sí (risas). Traigo cosas novedosas, más noticiosas. Entré en la radio haciendo lo que quería y ahora el hecho de que tenga que hablar de algo que no me interesa tal vez es un desafío. Mi tono sigue estando.

—¿Qué es lo tuyo?

—Es medio raro. A mí me gusta pensar que soy como un drag queen, me gusta el cine, la música, el arte. Me gusta escuchar la voz y no lo digo literalmente hablando, sino ver la voz de alguien a través de cualquier expresión artística.

—¿Qué tenés pensado estudiar?

—Nada. Me va a odiar mi viejo cuando lea esto, pero ya lo sabe. No tengo aún planeado nada. Me quedó además, una materia en la secundaria que tengo que dar. Por ahora el título de la secundaria no lo necesito y no lo quiero. Con esto no estoy diciendo: chicos no terminen el colegio, ¡eh!

—¿Qué tipo de experiencia fue la secundaria?

—Siempre tuve como muchas trabas emocionales en varias arenas, como que me costó ser quién soy.

—¿A qué te referís?, ¿sufriste algun tipo de bullying?

—Uno tiene que aprender a aceptarse antes de que los demás lo acepten. Yo tenía el peso de que quería que los demás me acepten. Nunca recibí bullying por las cosas que me gustaban. En la primaria me bullyniaban más por el sobrepeso o porque dibujaba, pero nunca tuve un problema. Siempre fue algo más autoflagelo lo mío (ríe). Ahora estoy en la etapa donde busco talleres. Simplemente puedo entrar y decir: “Hola, quiero aprender esto”. Eso es lo bueno de ser adulto.

—¿Te interesa la política?

—Soy medio cínico para la política. No creo necesariamente que un individuo como político quiera ayudar a los demás, el deseo de poder es tan grande en los humanos.

—¿Cómo es en ese sentido convivir con tu mamá que tiene una fuerte impronta política ligada al kirchnerismo?

—No quiero decir que es difícil porque no lo es, pero es complicado tal vez. Cuando vivís con alguien con una opinión política muy marcada y bien formada, es común estar por momentos en desacuerdo.Trato de no discutir. Soy claramente un nihilista, capitalista, asexual, qué querés que te diga. No creo tanto en las ideologías.

—¿Qué tanto te molesta que piensen que hacés lo que hacés por ser quien sos?

—Soy un privilegiado, que creció en un lugar con gente que lo ama y tengo que agradecer. Una pizca de talento tengo que tener, ¿no? Es algo con lo que he aprendido a lidiar; de más chico tal vez me incomodaba. Tengo la cosa de que mis dos padres son del top diez en sus propios rubros, pero bueno siempre va a existir alguien que me diga que todo lo que tengo y hago es gracias a ellos.

Los hijos de Pergolini y Tinelli

Tanto Mario Pergolini como Marcelo Tinelli tienen a dos de sus hijos siguiendo los pasos que ellos alguna vez decidieron empezar. En el caso de Tomás, el hijo del ex CQC, trabaja en Filo News, el reciente emprendimiento periodístico de Pergolini en web y redes. Tomás es músico y además, produce el programa de noticias que hace su papá.

En el caso de Francisco Tinelli, viene trabajando ya desde hace un tiempo en la producción de contenidos. Según contó Marcelo Tinelli a PERFIL su hijo esta incursionando en la producción musical. Tomás mantiene un perfil bajo; Fran también pero hace presencias pagas.