PROTAGONISTAS
Pandemia de coronavirus

Versace, Gucci y Armani donan por la crisis que provoca la pandemia

En Italia, la moda genera US$ 96 mil millones.

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Equipo. Donatella, De Michelle –de Gucci– y Armani donaron en total US$ 3,7 millones. | cedoc

“Milán parece un pueblo fantasma”, escribió Donatella Versace en una carta donde detalla cómo se vive en el epicentro de la moda italiana. “Ahora solo podemos salir de nuestros hogares por razones muy específicas: ir a trabajar –si es de los declarados esenciales–, y para comprar alimentos o medicamentos. Todo lo demás ha sido prohibido”. 

Hace menos de un mes, esa ciudad del norte del país –la región que desde el comienzo fue la más afectada por el coronavirus– vivió el aluvión clásico que participa de la semana de la moda. Y no solo llena hoteles y espacios de desfiles, sino bares, restaurantes y boliches. La moda es en Italia una industria y en medio de la pandemia, lo explicó Carlo Capasa, presidente de la Cámara Nacional de la Moda Italiana. “Hoy un bife es un recurso mucho más vital que un vestido porque obviamente la moda no es necesaria para la preservación de la vida”, dijo Capasa a Vogue. “Pero no se puede olvidar que esta industria es la columna vertebral de la economía italiana: mueve US$ 97 mil millones anuales y emplea de manera directa a 600 mil personas. El cierre total de la producción acá tendrá graves consecuencias”. 

Millones fashion. Conscientes igualmente de los efectos directos sobre la industria, se sumaron donaciones de las marcas emblema de la moda italiana. A título personal y de su hija Allegra, Donatella Versace donó US$ 200 mil a un hospital de Milán. Y posteó una foto con la camiseta de su club, el Milan, para alentar a “jugar en equipo”. Por su parte, otro gigante como Giorgio Armani aportó inicialmente US$ 1,5 millones; Gucci y su diseñador estrella, Alessandro de Michele, US$ 2 millones. Además, lanzaron una campaña para que fans de la marca se sumen para reunir otros US$ 10 millones para aportar a la Organización Mundial de la Salud y, conocedores del público que tienen, postean a diario consignas o mensajes en Instagram. Otro sello icónico, la marca Valentino, puso US$ 2 millones que dividió entre un hospital milanés y una asociación civil. Y Ferragamo donó máscaras y 500 mil frascos de alcohol sanitizante.

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Muchas de estas marcas mencionadas ponen en sus páginas online que igualmente siguen recibiendo pedidos de sus clientes y, cuando se habilite la apertura de los depósitos, restablecerán el sistema de envíos a todo el mundo. Pero esa fecha aún es incierta dado que el aplanamiento de la curva no se prolongó. 

De la pasarela al contrato social. Dada esta situación, el mencionado Carlos Capasa explicó que las firmas premium que integran el comité de marcas de lujo está articulando con cámaras más chicas que forman parte de la cadena de ese sector, una vocería única ante el Estado por la crisis latente de esa industria. Y ya pusieron en su lista los siguientes pedidos: recortes de cargas fiscales para contener los costos laborales, financiación de un fondo especial de despidos para aliviar la carga en los casos más graves de crisis corporativa, reducción temporal de hasta 50% de las tarifas de alquiler y la suspensión de los posibles juicios; baja de impuestos a propietarios de locales comerciales. Y un fondo de garantía para que los bancos difieran plazos de hipotecas, congelar las tasas de interés y otorgamiento o aumento de líneas de crédito.