Con el comienzo de la primavera la energía del cielo y la tierra se comportan de manera diferente porque en esta época del año la potencia de la tierra sube al cielo, en otras palabras, Yin se dirige a Yang –explica el maestro Liú Ming. Por otra parte todo renace, brota y crece. Toda la energía guardada en el centro de la tierra en los meses fríos explota hacia el exterior. Con nuestro organismo pasa exactamente lo mismo, ya que somos parte de la naturaleza. Nuestra energía fluye, pero para que lo haga con toda la fuerza, es necesario haber descansado muy bien (guardado la energía Yin) durante el otoño y el invierno. Si esto no fue así, lo más probable es que nuestra salud no sea la ideal y surjan trastornos físicos, entre ellos el más común es la alergia”.
Las manifestaciones más comunes de esta afección son los estornudos, la secreción nasal, irritación, picazón e inflamación de los ojos, sarpullido en la piel y podrían sintetizarse como una respuesta exagerada a la intromisión de un elemento extraño (polen, polvo, ácaros) en el organismo. La medicina tradicional china cuenta con un extenso recetario para prevenirla, además de recomendaciones que alivian las molestias que provoca.
√ Más descanso nocturno. Es imprescindible dormir más horas durante la noche. Lo ideal es acostarse entre las 8 y las 10, ya que en este horario la energía actúa restaurando este tipo de problemas. “No es lo mismo descansar de día, porque el Chí actúa de manera diferente. Dormirse tarde provoca y empeora el problema alérgico”, asegura Liú Ming.
√ Gimnasia matinal. “Dar un paseo por el jardín o la plaza a primera hora de la mañana es muy favorable, ya que en ese momento del día la energía es más limpia. Una vieja costumbre china consiste en peinarse durante esos paseos para activar la energía Yang que se encuentra arriba (en la cabeza) y para estimular la renovación capilar”.
√ Más agua. Como en otros casos, el agua actúa sanando, por eso hay que beber mucha durante el día (2 ó 3 litros). “Hay que hervirla y dejarla reposar hasta que su temperatura se nivele con la corporal (37 grados). No es lo mismo entibiarla y beberla porque cambia el efecto. El proceso es idéntico tanto para el agua de red, de pozo o mineral”, aconseja el maestro.
La nota completa, en el número 3 de TAO, la revista del médico oriental del Papa Francisco