El sector ganadero
es uno de los principales responsables del efecto invernadero en el mundo y resulta más
nocivo que el sector del transporte, según un informe divulgado este miércoles por la
Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
"El sector ganadero genera más gases de efecto invernadero, los cuales al ser medidos en su
equivalente en dióxido de carbono (CO2) son más altos que los del sector del transporte", sostiene
la entidad de Naciones Unidas.
La ganadería no sólo amenaza al medio ambiente sino que también
es una de las principales causas de la degradación del suelo y de los recursos
hídricos, sostiene la organización internacional, cuya sede central se encuentra en Roma.
Según el informe de la FAO, el estiércol del ganado es responsable de buena parte de la
emisión de los gases de efecto invernadero.
"El sector ganadero es responsable del 9 por ciento del CO2 procedente de la actividades
humanas, pero produce un porcentaje mucho más elevado de los gases de efecto invernadero más
perjudiciales", sostiene el informe.
"Genera el 65 por ciento del oxido nitroso de origen humano, que tiene 296 veces el Potencial
de Calentamiento Global (GWP, por sus siglas en inglés) del CO2. La mayor parte de este gas procede
del estiércol", señalan los expertos.
Para la FAO,
"es necesario encontrar soluciones urgentes".
Para
Henning Steinfeld, uno de los autores del estudio y jefe de la subdirección de
Información Ganadera y Análisis y Política de la entidad, el
aumento del consumo de carne y de productos lácteos es, en última instancia, lo
que termina afectando gravemente al medio ambiente.
"El coste medioambiental por cada unidad de producción pecuaria tiene que reducirse a la
mitad, tan sólo para impedir que la situación empeore", advierte el documento.
El sector ganadero
es el medio de subsistencia para 1.300 millones de personas en el mundo y supone el 40 por
ciento de la producción agrícola mundial.
Para muchos campesinos pobres en los países en desarrollo, el ganado es también una fuente de
energía como fuerza de tiro y una fuente esencial de fertilizante orgánico para las cosechas.