SOCIEDAD
La clase media en la encrucijada habitacional

Buenos Aires para pocos: la burbuja inmobiliaria expulsa a las familias de la ciudad

Alquileres elevadísimos y la imposibilidad de conseguir créditos obligan a la clase media a achicarse o emigrar al Conurbano.

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| Cedoc

La problemática de la vivienda en la Ciudad de Buenos Aires se vuelve una cuestión cada vez más real para una gran cantidad de familias que ya no pueden pagar un alquiler o acceder al crédito

La encrucijada para ellos es achicarse: primero vivían en un cuatro ambientes en Caballito, después en un tres ambientes en Boedo y antes de mudarse a uno de dos, porque el alquiler se encarecía cada vez más, decidieron cambiar sus hábitos y mudarse a una casa con un poco más de espacio al conurbano bonaerense.  

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Son muchas las parejas jóvenes sin hijos o con hijos chicos que deciden cambiar de vida y renunciar a ciertas comodidades de la Ciudad, para no vivir hacinados con gastos exorbitantes. El alquiler sube cada día más y es imposible comprar porque sus sueldos no alcanzan para acceder a un crédito bancario.  

La ciudad no para de achicarse mientras excluye a sus habitantes sin contemplación, el mercado los expulsa y la Capital Federal se vuelve un reducto destinado a ofrecer propiedades para turistas extranjeros o sólo para quienes tienen un gran poder adquisitivo.  

Demandas insatisfechas. Radames Marini, de la Unión Argentina de Inquilinos, afirma Perfil.com que “los dueños están pidiendo en muchos casos el 100% del valor del alquiler cuando vence el contrato. Están expulsando al inquilino que se tiene que ir a buscar otra cosa”. 

Se crea una falsa sensación de demanda insatisfecha. El que está viviendo en un tres ambientes pasa a un dos ambientes, el que tiene dos pasa a uno y el que está en uno pasa a una pensión en San Telmo” dice Marini.  

Manuel tiene 29 años, nació en la ciudad y vivió en Almagro toda su vida. Hace un año decidió irse a vivir con su novia Dolores y antes de decepcionarse del todo porque no encontraba un lugar adecuado, ambos optaron por alquilar un dúplex de tres ambientes en Lanús.  

“A pesar de que tardo una hora y media en llegar al trabajo, optamos por esta opción porque estamos cómodos y además podemos ahorrar un poco. Quedarnos en Buenos Aires significaba quedarnos sin plata y sin aire”, asegura.  

Lo mismo les ocurrió a Alejandro y Valeria, una pareja que hace dos años vivía en un departamento de dos ambientes en Boedo con sus pequeños hijos. Un día no aguantaron más, vendieron la propiedad y con los 45 mil dólares que les dieron se compraron un PH de tres ambientes con altillo y un pequeño patio en San Martín.   

Alejandro extraña la vida en la Ciudad, pero por sus hijos dice estar feliz con el cambio. “Ahora llega el domingo y podemos quedarnos en casa con el perro. Antes no teníamos ni espacio para movernos”, asegura.  

Emergencia. Según el último informe de la Comisión de vivienda de la Legislatura porteña, 341.405 personas están en emergencia habitacional en la Ciudad de Buenos Aires, lo que representa el 12,3% de la población. Además hay un millón de personas con problemas de vivienda, por lo que asciende al 40% la cantidad de gente con este tipo de inconvenientes.  

El mercado, con alquileres altísimos en comparación con los bajos salarios, obliga a los porteños a buscar vivienda fuera de la ciudad; las familias si no son expulsadas tienen que achicarse, mientras el Estado parece no estar dispuesto todavía a crear una política integral que ataque de raíz el grave problema habitacional.

*Redactora de Perfil.com.