Tal como estaba previsto, este jueves 14 se llevó a cabo la segunda etapa de reapertura comercial dispuesta por el Gobierno porteño, en el marco de la cuarentena por la pandemia de coronavirus. De igual manera que el martes pasado, los locales habilitados abrieron sus puertas a partir de las 11 horas con la posibilidad de mantenerlos abiertos hasta las 21.
Si bien en esta etapa se notó una mayor afluencia de público en las calles y en los comercios, no se reflejó en el nivel de consumo. La facturación promedio fue de un 31% en comparación con un día normal. En tanto que solo el 82% de los rubros habilitados logró abrir sus puertas, según informó la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA).
Entre las actividades que levantaron sus persianas figuran los comercios del rubro inmobiliarias, concesionarios de autos, antigüedades, objetos de arte, materiales de construcción clase I (exposición y venta), semillas, plantas, artículos y herramientas para jardinería, animales domésticos, artículos para el hogar y afines. También artículos publicitarios, vidrios y espejos, relojería, armería, almacén naval, toldos y accesorios, mueblerías, local de venta de repuestos y accesorios para automotores, inmobiliarias, agencias de Lotería y Quiniela, marroquinería y carteras, más el resto de comercios minoristas de cercanía, exceptuando los de indumentaria y calzado.
La actividad que se registró en los centros comerciales de diferentes barrios exhibió también la preocupación compartida de comerciantes y clientes en el respeto de las medidas de prevención a causa de la pandemia.
“Es evidente que la gente viene priorizando los gastos en alimentación e higiene y va a llevar tiempo volver a un estado normal de la demanda en los comercios. Algunos de los rubros que se habilitaron tienen locales que son muy grandes, como es el caso de las mueblerías, y hace casi dos meses que nadie los limpia. Hubo que adecuarlos para atender a los clientes y garantizar los protocolos sanitarios para poder trabajar”, explicó Fabián Castillo, presidente de Fecoba.
De todos modos, no fueron pocos los locales que demoraron varias horas en abrir sus puertas al público, ya que tuvieron que acondicionar los establecimientos que permanecían cerrados desde que se decretó la cuarentena.
CP