Abunda en el escenario del país terca sucesión de fantasías (y me incluyo) El hombre siempre será más niño que adulto. Busca milagros, y nada. Pide república y le dan tribu. Sueña civilización y le dan palos. "Tengo dos hijos ¿A cuál educo?" pide pancarta chilena. Y el parlanchín Piñera (1.000 millones dls. bolsillo propio) se hace el sordo. Claman en Jujuy y en Santa Cruz y locutora oficial (20 millones dls. cartera propia) se hace la Osa. No bien reciben el As de Basto los mandatarios (los mandados a mandar como dijeron que lo harían, en suma) borran las palabras usadas para obtenerlo. Esta actuación es un clásico. Fuera y aquí. En el Coño Sur el único que se pone es el "multimillonario" campesino Mujica.
¡Clonenlón!
El absurdismo es el único ismo que atraviesa victorioso la historia. En la mañana de Waterloo (huído Napo) la próxima estatua ecuestre de Wellington, aun carnal, se detiene y vistea la inmensa degollina. Humaredas, rapiña y córvidos que disputan despojos al ras de los cadáveres. "Hay algo peor que la derrota" dicen que dijo, dejando tiesos a sus mariscales. Y tras honda pausa: "Es la victoria". Y asqueado, volvió al campamento. Miles de anécdotas así empollan en los libros sin poder modificar a la realidad. Se las repite. Está ese "Llora como mujer lo que no has sabido defender como hombre" (madre de Boabdil o Kadhafy, da lo mismo) O ese instante en que citado por Mac Arthur para humillarse y renunciar a su condición sagrada, el emperador Hirohito acaba probando por vez primera un habano y un chocolate USA. Lo histórico es chapotear de estupor en estupor. Algo que arman tres locos, multiplican mil cañones y acaba como cuento en lápidas, efemérides o postales de cortesía. El Rey Jorge VII regaló Su Espada al pueblo de Stalingrado por luchar tres años años bajo tierra y nieve hasta frenar a Hitler y empujarlo hasta Berlín. Millón de muertos. Una espada.
¿Por qué este prólogo? Nunca se adonde llevan las palabras. Hoy deseché por plañidero criticar al mini "fraude histórico" que se perpetró en el muy olvidable Copetín de las Primarias. Si por dos veces, y de viva voz, Cristina felicitó a Randazzo "por todo el manejo que hizo del acto eleccionario", el manejo hecho está. Y si el propio Juez Top Lorenzetti penduló entre que sí pero no, pues solo queda ir "a cantarle a Gardel. No hay otra. Confieso que no es la Patética sino la Política la que me embronca. Doy por seguro que de haber sido gobernante habría cumplido mis palabras. No queda tiempo para probarlo. Salvo un guiño genético de Juan Filloy (106) solo me resta la edad de un chico. Por lo tanto, y retomando la huella de la columna, desistí encarar la de hoy con "Metieron la mano" o "2015: Binner vs Macri"o "Taperas con Wi Fi" o "El cisne negro" (que nunca se sabe, el torpón de Aznar acusó a Eta del crimen talibán de Atocha y el Cisne Negro lo echó a la banquina)
Y entonces...¿de qué escribir?. ¿De la tevé, adicta diaria a una barbarie top que todos plagian? ¿Hasta cuándo estirarán el "morbo" de un caso dándolo como concluído y a la vez inconcluso? (Fuera de que a los criminales de las turistas francesas Monsieur Poirot los habría detenido en tres horas. Y a los policías, en dos) "No es culpa del mensajero. Es lo que hay" ¿Y por qué no fijan 24 horas en pantalla minutero con suma de crimenes de día/semana/mes/año? "Molestaría a sponsors varios"
El mundo clama por multiplicación de verdades, panes, cobijo, trabajo, justicia, salud, y lo único que recibe son los cachetazos de los 200 muñecos a los que la "banca invisible" da cuerda en la ONU. Esporas de carbunclo, misiles, infogramas mortales. Ira de Oriente. Miedo de Occidente. El dado y la calculadora. Europa que se derrite como un helado. Obama que debe enfrentar a un Mussolini yanki. EEUU que le debe un toco a China y hasta un toquito a Brasil.
El mundo tiene insomnio. Casi yéndose, Steve Jobs (soñador de cambios, Leonardo da Vinci digital) apuntó en su pre testamento la fórmula de su mejor creación. Un versículo. "El tiempo es limitado. No te lo pierdas viviendo la vida de alguien distinto a vos"
Ahora lo sé. Era sobre un Cisne Blanco que quería escribir.
(*) especial para Perfil.com.
