La presidenta Cristina Fernández Kirchner participó del acto conmemoratorio por el 15º aniversario del atentado a la AMIA. El presidente de la mutual y un representante de los familiares y amigos de las víctimas expresaron duras críticas hacia su gobierno por el manejo judicial del caso y reclamaron la renuncia de la titular del INADI, María José Lubertino
Cristina, toda vestida de negro, llegó flanqueada por el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; y los ministros de Justicia, Julio Alak; del Interior, Florencio Randazzo; y de Trabajo, Carlos Tomada. La mandataria saludó a varios de los asistentes a la conmemoración y dialogó con ellos, pero de manera medida y sobria, acorde con lo que impone la recordación.
El acto comenzó con el sonido de la sirena, a la hora exacta en que se produjo el ataque. La periodista Mónica Gutiérrez, a cargo de la locución, recordó lo ocurrido el 18 de julio de 1994, cuando 85 personas murieron y muchas otras quedaron heridas por el atentado contra la sede de la mutual judía. La conmemoración debía realizarse en esa fecha, pero tuvo que postergarse por la amenaza de la gripe A. Luego se cumplió un minuto de silencio de rigor y, como ya es costumbre, se leyeron los nombres de las víctimas, acompañado del grito de "presente" y se prendió una vela por cada uno de ellos.
El primer orador fue el presidente de AMIA, Guillermo Borger, quien reiteró la posición de la mutual: reclamó al gobierno nacional, a la comunidad global, y a la república de Irán, que se permita investigar a los sospechosos extranjeros y a la conexión local. "Necesitamos toda la verdad, para tener justicia", afirmó.
Borger elogió la decisión "ejemplar" de la Corte Suprema de Justicia de anular el fallo del Tribunal Oral número 3, que había sobreseído a acusados por el atentado, entre ellos Carlos Telleldín, lo que permitió que se reanude la investigación, y sostuvo que "sin Justicia nuestros muertos no pueden descansar en paz".
Tras una canción de Juan Carlos Blaglietto, que Cristina acompañó sólo con los labios, dio su duro discurso el presidente de la Asociación Familiares y Amigos de las Víctimas, Sergio Burstein, quien repudió las marchas de grupos de izquierda , a comienzos de este año, que enarbolaban banderas del "grupo terrorista Hezbollah".
"Vientos de odio son los que sufrimos a principios de este año por parte del sicario de Irán, Luis D'Elía, y distintas organizaciones que pintaron la ciudad con leyendas antijudías y enarbolaron las banderas del Hezbollah", dijo, en referencia al titular de la Federación Tierra y Viviena, que participó de la marcha. En ese entonces, la comunidad judía denunció un "rebrote de antisemitismo".
Burstein calificó a esos hechos como "actos antisemitas que permanecen impunes, por la tardía reacción de la titular del INADI , María José Lubertino, quien primero no los reconoció, luego los minimizó y finalmente no tuvo mejor idea que responsabilizar a Israel de lo ocurrido".
El dirigente aprovechó para pedir la renuncia de la funcionaria: "Señora María José Lubertino, no está a la altura del cargo que ocupa". Burstein también le reclamó a Cristina: "Señora Presidenta, denuncie, no permita que esto continúe. Con lo hecho hasta ahora (por el Estado Argentino) no alcanza".
El representante de los familiares de las víctimas rechazó a la ONU por convocar a Mahmoud Ahmanidejad, presidente de Irán, a quien calificó de "nuevo Hitler". También repudió la designación de Jorge "Fino" Palacios, vinculado a la causa AMIA, como jefe de la nueva policía porteña, y criticó a Mauricio Macri por no recibirlos para hablar del tema. "Lea las constancias de la causa, pero léalas todas, va a ver qué rápido cambia de opinión y se saca a Palacios de encima", le recomendó al al jefe de gobierno porteño.