El Ministerio de Salud emitió esta semana un comunicado detallando que, tras un análisis técnico completo, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó la vacuna preventiva del dengue causado por cualquiera de los cuatro serotipos existentes del virus y que actualmente circulan en Argentina.
En la información oficial se detalla que la vacuna autorizada es la desarrollada por el laboratorio japonés Takeda y que ya fue aprobada por los organismos regulatorios de Europa y Brasil. En concreto la TAK-003 –tal es el nombre– podrá ser utilizada en personas mayores de 4 años, hayan tenido, o no, previamente dengue. Su forma de administración recomendada es de dos dosis que deben ser aplicadas con un intervalo de tres meses.
Otros aspectos técnicos de la vacuna son los siguientes: se trata de una inmunización realizada sobre la base virus vivos atenuados, desarrollada a partir del serotipo 2, pero que fue diseñada para proteger contra cualquiera de las cuatro formas del virus. Y una ventaja del producto es que su almacenamiento solo exige mantener las dosis en una heladera, a temperaturas de entre 2 y 8° grados.
Tras la aprobación oficial llegó la opinión de los expertos del campo infectológico. Por ejemplo, Pablo Bonvehí, Jefe de Infectología del Hospital Universitario CEMIC, comentó que “la llegada de una nueva vacuna abre una esperanza de prevenir una enfermedad y, fundamentalmente de poder prevenir el impacto más grave: evitar casos que pueden requerir internaciones y poner en riesgo la vida”. Según recordó el médico, “esta vacuna lleva varios años de investigación y desarrollo, y eso permitió confirmar tanto su seguridad como su eficacia. Además es importante el hecho de que puede ser administrada en forma independiente de que la persona se haya contagiado, o no, dengue previamente”.
Por su parte, Eduardo López, Jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, recordó que para llegar a esta aprobación se hicieron estudios que completaron un seguimiento por entre cuatro y cinco años sobre más de 20 mil participantes del ensayo médico. Y se demostró que la vacuna alcanzó una eficacia —en materia de prevención del dengue sintomático— de un 61% y en temas de prevenir la hospitalización de hasta el 84%. “Son cifras de eficacia muy contundentes” concluyó López.
Finalmente los expertos acordaron y autoridades sanitarias consideraron que, en base a los datos presentados, ninguna vacuna cumple función de bloqueo frente a un brote de dengue como el que tiene lugar actualmente en Argentina. Y coincidieron en que la mejor estrategia de prevención sigue siendo la participación de la comunidad en las tareas de eliminación de criaderos de mosquitos transmisores (descacharrar). Y reforzar las medidas de prevención que evitan picaduras, incluyendo el uso de repelentes, espirales y mosquiteros.