Por sus playas de apariencia caribeña, el confort y el humor de la gente, son miles los argentinos que, pese a la diferencia entre el peso y el real, eligen Brasil como lugar de vacaciones. Aunque varios se conforman con los balnearios del sur en Santa Catarina, otros se animan a más y llegan hasta el norte. Ahí están las playas más paradisíacas, y también las más peligrosas.
“La delincuencia callejera sigue siendo un problema para los visitantes y los residentes locales por igual, especialmente en las tardes y la noche. Los turistas extranjeros son a menudo blanco de la delincuencia y los americanos no están exentos. Esta orientación se da en todos los sectores turísticos, pero es especialmente problemático en Sao Paulo, Río de Janeiro, Salvador y Recife”, advierten a los turistas en el apartado “Brazil, Country Specific Information” del portal de Internet de la embajada del gobierno de Estados Unidos en Brasil. De acuerdo a los últimos datos del Instituto de seguridad Pública del gobierno de Río de Janeiro, 77.681 personas murieron en Río, entre enero y octubre de 2010, en situación de robo.
“El año pasado fuimos a Río en plena época del carnaval, había mucha gente y si bien no tuvimos problemas de seguridad directamente era estresante caminar con las nenas en Río: siempre tenía miedo de que una desapareciera”, contó a PERFIL, Isabelle Berberon, con su inconfundible tono francés, aunque hace diez años que vive en Buenos Aires, no logra esconder su idioma nativo. “Amigos nos habían desaconsejado ir cerca del Sheraton, en punta Leblon. Nos dijeron que está justo al lado de una favela y que realmente había problemas de robos con violencia. De hecho, a mi esposo, Benoit, lo asaltaron dos meses antes de nuestro viaje. Fue en Copacabana cuando salía del Sofitel a las 10 de la mañana. Le robaron todo ¡Hasta las nueces de cajú que acababa de comprar! Este año vamos a un resort en el noreste, buscamos menos gente y más tranquilidad y seguridad”, contó Isabelle.
La embajada estadounidense aconseja a los turistas sobre los sitios en los cuales es preciso tomar los máximos recaudos. “Engañosamente tranquilo, Recife tiene ahora una de las más altas tasas de homicidios por habitante en todo Brasil. Al igual que en Río de Janeiro, los turistas en Recife deben tener especial cuidado: en las playas, los robos pueden ocurrir en plena luz del día. En el exclusivo barrio de Boa Viagem, los robos de automóviles puede ocurrir en cualquier momento”, advierte la embajada.