Aunque el número de aeronaves que operan allí no cambió, el Aeropuerto Internacional de San Fernando aumentó exponencialmente su tráfico en el último año: en 2014 se registraron más de 43 mil vuelos, que transportaron 51.081 pasajeros, un 30% más que en 2013.
Según indicaron a PERFIL fuentes del mercado aeronáutico, el crecimiento se dio “luego de que el organismo regulador aeroportuario (Orsna) obligara a quitar los hangares de taxis aéreos y vuelos privados de Aeroparque, por lo que muchos servicios se mudaron a San Fernando y Ezeiza”.
De ese predio salió y allí volvía el avión Beechcraft King B-90 con patente argentina que se estrelló el jueves a pocos kilómetros de Laguna del Sauce. En las instalaciones del taller de Aviaser SA, en el aeropuerto, se le habían realizado las inspecciones reglamentarias a la nave antes de obtener el certificado de aeronavegabilidad necesario para volar.
Los controles a los aviones que operan dentro de San Fernando son los que dispone Aeropuertos Argentina 2000 para el sistema nacional. El mantenimiento de las aeronaves se da en cada hangar en particular. “La seguridad aeroportuaria controla todo el embarque, incluso en los vuelos de cabotaje, privados o pequeños. Todo vuelo internacional sigue el mismo protocolo”, explica Roberto Mendive, piloto aéreo de más de cincuenta años de experiencia y vuelos en esa misma pista.
Pasajeros VIP. El aeropuerto de 190 hectáreas ubicado en la zona norte bonaerense es hoy el favorito de las celebrities que viajan al país, y también de los locales que vuelan a Punta del Este en aviones privados. Elevado a la categoría de aeropuerto internacional en 1950, San Fernando actualmente está destinado a la aviación general y a las actividades de las escuelas de pilotos. Cuenta con 54.030 m2 de pistas, 45 mil de calles de rodaje y 24.189 m2 de plataformas.
