SOCIEDAD

“Mantener la intimidad es una tarea fundamental”

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Al consultarle al sexólogo Walter Ghedin sobre cómo repercute el colecho en la vida privada de la pareja explica que “mantener la intimidad es una tarea fundamental en todo vínculo amoroso ya que es el lugar de los adultos”.
“En las sociedades actuales el cuarto se convierte en el espacio de reencuentro de la pareja después de una jornada de trabajo ayudando al descanso, la comunicación y el sexo. En el marco de la familia es el lugar real y simbólico de los padres. Se pueden compartir con los pequeños algunos momentos: jugar en ‘la cama grande’, mirar una película, y aún permitir que ellos duerman hasta que se acostumbren al cuarto propio, pero debe seguir siendo el lugar de los padres”, fundamenta.
La psicoanalista Nora Koremblit de Vinacur, por su parte,  sostiene que “ciertos estudios demuestran que quienes experimentaron colecho en su primera infancia, de adultos demostran tener una mayor autoestima”, pero las consecuencias pueden cargarla los padres de esos niños. “La necesidad de establecer en un tiempo prudencial los espacios propios de la pareja y de los hijos hace que esto resulte altamente confuso. La relación de la pareja se ve altamente complicada, dado que ubican al hijo entre ambos resultando un obstáculo para reanudar su encuentro sexual”, detalla. Según explica Koremblit, en ocasiones “puede generarse que el hijo sea usado como rehén para disfrazar los desencuentros de la pareja”.