Pasaron nueve días de la tragedia de Castelar, en la que un tren de doble piso impactó a otro de vagones simples que se encontraba detenido y dejó como saldo tres personas muertas y 315 heridos. Aún no están claras las condiciones en que sucedió el choque, mucho menos quién es el responsable pero las familias esperan Justicia.
“María Laura murió y hoy sus seis hijos la lloran. Perdieron a su mamá y nadie nos explica qué pasó. Estamos destrozados y necesitamos que nadie se olvide de lo que sucedido”, dice a PERFIL Julio Ibáñez, pareja de María Laura del Zompo, quien tres días antes del accidente había cumplido 38 años. Además de ella, Cristian Darío Núñez, de 32, y Ezequiel Agustín Vargas, de 19 perdieron la vida.
María Laura había nacido en Santiago del Estero, y en una humilde casa del barrio Mariano Moreno armó su familia con Julio hace 22 años y con él tuvo siete hijos, uno de ellos falleció en 1998. Ante las dificultades económicas que atraviesa la familia, María había a llegado a Buenos Aires para trabajar de empleada doméstica, mientras Julio cuidaba a los chicos y realizaba trabajos a domicilio.
“Mis hijos la extrañan mucho, era una mamá muy presente. Era alegre y luchadora. Ahora no sé cómo haremos. Ella viajó porque había conseguido un mejor empleo, pero era temporario. Nos duele que no nos informan nada sobre la investigación del choque y queremos justicia”, reclama Julio. Según contó, María Laura viajaba cada mañana en el Sarmiento.
“Cuando sucedió el accidente iba camino a la casa de mi hermana. Me vino a avisar la Policía con gente de la Secretaría de Seguridad de la Nación. Dijeron que era un familiar de ella la que había fallecido, hasta que después se confirmó que se trataba de María Laura. Fue muy doloroso”, cuenta mientras sobre una mesa, ubicada en un rincón del comedor Julio y sus hijos mantienen prendida una vela que ilumina las pocas fotos que tienen de María Laura, para retenerla por siempre.
“No tenemos muchas fotos, pero no dejamos de recordarla porque siempre estábamos juntos. Sigo trabajando por mis hijos, pero se extraña mucho y me provoca mucha bronca lo que pasó”, afirmó. María fue despedida en su propia casa. Sus restos fueron trasladados a Santiago del Estero al día siguiente de la tragedia y los vecinos, amigos y familiares acercaron su último adiós. “Ella ayudaba a todos. Hubiera preferido estar yo en su lugar, no se merecía este final” aseguró. Por último, Julio manifestó que si bien las autoridades le informaron que recibiría un subsidio por la pérdida sufrida, hasta el momento, no tuvo novedades. Y no descartó tomar medidas judiciales contra la empresa ferroviaria, “lo vamos a analizar, es una posibilidad”, concluyó.
Acto. Los familiares de las víctimas de la tragedia de Once hoy realizarán un acto desde las 13, en la Plaza Cumelén, a metros de la estación Castelar a 16 meses de la catástrofe.
El sitio es muy cercano adonde hace una semana se repitió otra catástrofe ferroviaria. El acto central, en tanto, está previsto para las 16, cuando se leerá un documento y estamparán unas remeras con el reclamo de Justicia.
