El conflicto del campo y el desabastecimiento afectan a todos, pero algunos se destacan por encontrar soluciones creativas. Es el caso de Jorge Palacio, un funcionario municipal de Catamarca, que al no conseguir nafta para su auto, fue a trabajar a la ciudad a bordo de su caballo, informó el diario local El Ancasti .
Palacio tiene 46 años y vive "desde siempre" en el barrio La Antena, del departamento de Valle Viejo. Tiene un campo con una huerta y cría animales, además de ser el Jefe de Servicios de Sanidad Municipal en la comuna capitalina. A ese trabajo se dirigía ayer, pero antes necesitaba cargar nafta en su VW Polo.
“Esperé 6 horas en una cola de la estación de servicio de Valle Viejo y cuando me iba a tocar, el combustible se acabó", contó a El Ancasti, y agregó "después fui y cargué $30 pesos, pero me cobraron casi $5 el litro. Entonces me cansé, y decidí que sin auto ni colectivos la única manera de venir a trabajar era en caballo”.
Acto seguido, se arremangó, ensilló a "Chacal" y partió a su trabajo: tardó una hora y cuarto en recorrer nueve kilómetros. Palacio llegó tarde, explicó, por los 15 minutos de semáforos que adormecían las patas del equino, desacostumbrado a andar entre el tráfico. Sorprendidos, los empleados de la comuna lo recibieron con bromas y cargadas al verlo llegar.
“Sé que muchos quisieran estar en mi lugar en este momento, pero no lo hacen porque no se animan o porque no tienen caballo”, contó al medio local. Mientras alimentaba a Chacal con agua, avena y maíz, comentó que mantenerlo costaba unos $100 mensuales, casi lo mismo que llenar el tanque de un automóvil mediano, con la ventaja de que, en lugar de contaminar, "los caballos abonan el suelo a su paso".
A pesar de todo, en su condición de pequeño productor, Palacio está a favor de los reclamos de las entidades agropecuarias : “Es un trabajo ingrato y nada rentable”, aseguró a El Ancasti.