SOCIEDAD
Exhibicin en la UBA

#Posporno | Habla Laura Milano, una de las realizadoras de la polémica muestra

Por Hernán Soto |Tras el escándalo en la UBA, la organizadora explicó cómo se llevó a caboy analizalas repercusiones. El rol de los medios.

El flyer promocional de la jornada posporno
| Cedoc

El miércoles pasado, una polémica muestra de posporno que se realizó en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA generó un gran revuelo social. De la performance, en el hall de la sede, que involucraba látigos, mujeres desnudas, sexo explícito y prácticas sadomasoquistas se difundieron varias imágenes y se generó un fuerte debate en los medios de comunicación.

La comunicadora e investigadora Laura Milano, egresada en la carrera de Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la misma facultad donde ocurrió la muestra, fue una de las organizadoras del evento. Ella investiga desde hace años la pospornografía, lo cual ha derivado en la publicación de su libro Usina Posporno: disidencia sexual, arte y autogestión en la pospornografía, un ensayo en dónde examina las rupturas, especificidades y contextualizaciones de las producciones posporno surgidas desde los activismos de la disidencia sexual.

Milano accedió a hablar en exclusiva con PERFIL.COM y explicó que la idea de la muestra de Posporno en la sede de Ciencias Sociales surgió “con las docentes que coordinan el Área de Comunicación, Géneros y Sexualidades y otras compañeras activistas del posporno local”.

“Pensamos llevar estas prácticas artístico-políticas a la facultad en el marco del ciclo Miércoles de Placer que coordina el Área. En este ciclo, que se realiza desde 2012, se hacen encuentros culturales en los que -luego de una propuesta artística concreta- se desarrolla un debate que permita abrir nuevos sentidos en torno al género y las sexualidades”, sostiene la comunicadora, y agrega que se busca “contribuir -desde los lenguajes artísticos- a debates y reflexiones acerca de la sexualidad, las corporalidades, las identidades, etc.”.

En relación a quienes fueron las personas que participaron junto a ella en la acción, Laura sostuvo que “los medios ya se ocuparon de hablar bastante” pero aclaró que “quiénes participamos somos un grupo de activistas/artistas locales vinculados al posporno y -como invitadas nuestras para la acción y el posterior debate- estuvo presente el colectivo español PostOp”.

Cada uno de los artistas/activistas eligió la escena concreta que iba a realizar durante la performance. La propuesta era mostrar o compartir experiencias sexuales no convencionales para ampliar el imaginario porno”, relató Milano y contó que ella eligió “trabajar con la estimulación sonora y -durante los 20 minutos que duró la acción en el hall- estuve susurrando poemas y sonidos a quiénes pasaban por allí o a quienes se quedaban a ver”. Ante esto, la joven informa que “sucedían otras escenas que las que se mostraron de forma descontextualizada en las noticias”.

Consultada por este medio acerca de si anteriormente ya habían realizado este tipo de acciones en la facultad, la comunicadora aseguró que no pero aseguró que “sí se han realizado acciones como éstas en multiplicidad de espacios” y que “de hecho, muchas performance posporno se realizan en el espacio público y no hay mayor trascendencia de estas acciones”.

“La jornada posporno – tal como se presentó en el flyer de invitación- estaba compuesta por una intervención/performance, mas una charla-debate posterior. La charla tenía la intención de debatir acerca de sexualidades, disidencias, corporalidades, deseos, prácticas sexuales normativas, diversidad funcional, espacio público, conocimiento, aprendizaje y agencia, alianzas transfeministas, medios de comunicación, cultura de masas y pornografía, géneros, entre otros temas”, detalló y contó que allí se “recuperó la experiencia que todos -performers y espectadores- habíamos tenido en el hall y nos sirvió para debatir sobre el lugar del cuerpo en la universidad como institución y en las teorías que allí estudiamos y/o producimos como investigadores sociales”.

Se realizaron ambas actividades, tal como teníamos previsto. En el estudio de TV en el que realizamos la charla no había señal, así que no nos enteramos del revuelo en las redes sociales hasta que terminamos la jornada y salimos del edificio”, confirmó Milano.

El viernes pasado, la Fiscalía N° 35 y la Comisaría 16 de la Policía Federal abrió de oficio una investigación por el posible delito de "exhibiciones obscenas" que reprime a quien ejecute o hiciese ejecutar por otros actos de exhibiciones expuestas a ser vistas involuntariamente por terceros. Sin embargo, Milano asegura no estar al tanto y no tener una opinión al respecto.

Repercusiones. Finalizada la exhibición en la Facultad de Sociales, comenzó el revuelo. “Me pareció completamente desmedido, considerando que la jornada fue una actividad pequeña que había sido promocionada a través de las redes sociales y que -finalmente- contó con un público real que no superaba las 30 personas, más los/as estudiantes que por allí pasaban (y que siguieron su curso hacia las aulas)”, manifestó la organizadora a este medio.

“Por un lado, me pareció totalmente descontextualizado y anclado en la búsqueda de lo escandaloso, dando como resultado un relato sesgado y cargado de valoraciones morales. Lo cual habla de que la sexualidad sigue siendo uno de los campos de mayor disputa de sentidos”, expresó Milano, tema sobre el que ya habían hecho mención en un comunicado.

“A pesar de que se haya tergiversado complemente la acción precisa que realizamos y el sentido político y disidente de la pospornografía, creo que es interesante que haya trascendido las fronteras seguras del público convencido y acostumbrado para entrar en contacto con un público ampliado. Muchas personas estarán sintiendo un rechazo visceral acerca de lo que aconteció en Sociales (y que como dice el dicho: lo vieron por TV). Para otras, fue la excusa para empezar a hablar de la sexualidad con más inquietudes que prejuicios y pedidos de sanciones”, aseguró.

“Al día siguiente de la acción en Sociales en Facebook circuló una imagen de unas señoras del Conurbano que sostenían un cartel que decía 'Queremos el posporno en el barrio. Las doñas queremos acabar'. Tergiversado o no, yo me quedo con esa imagen que la mediatización del posporno dejó”, concluyó Milano.

*​De la redacción de PERFIL.COM | Twitter: @hernangsoto