Miguel Sosa es uno de los 35 mil taxistas que a diario circulan por la Ciudad. Trabajaba de colectivero, y hace diez años cambió por el transporte personalizado de los autos negros y amarillos. Pero Sosa tiene, además, una particularidad: instaló una cámara de seguridad dentro de su coche, puesta de tal modo que le permite filmar hacia delante.
Así evita cualquier discusión en cuanto a la responsabilidad propia o ajena en un accidente de tránsito. Pero también le sirve para sortear cualquier problema judicial con las personas que puedan tirarse delante de los vehículos para simular ser atropelladas y cobrar el seguro. “Es una cámara anticarancho. La instalé teniendo en cuenta la inseguridad y el tránsito complicado. Hay que tener mucho cuidado en la calle, nadie controla nada”, asegura.
Según cuenta Sosa, se enteró de la existencia de las “camaritas” por un pasajero ruso que le contó que en su país todos los taxis las tenían instaladas y habían resuelto en parte ese problema de los accidentes armados. “Además, la gente cruza por cualquier parte. Con las motos pasa lo mismo, van por donde quieren, hasta se suben a la vereda”, agrega.
Respecto de la cámara, el taxista de Lugano cuenta que la instaló hace un mes y que la compró por Mercado Libre. “La compré después de un asalto el 25 de diciembre pasado cuando trataron de llevarme a una villa. Estuve dos meses sin el auto, cuando lo recuperé lo primero que hice fue instalar la cámara. Me costó unos dos mil pesos. Son prevenciones que tomo para no tener problemas”, afirma Sosa, durante su charla con PERFIL.
Prueba piloto. Alberto Rodríguez, titular de la Asociación de Taxistas de la Capital (ATC), asegura que la instalación de cámaras es inviable. “Es imposible colocar cámaras en los 36 mil taxis que circulan por la Ciudad, quién se va a hacer cargo de monitorearlas. No van a servir para nada”, puntualiza el titular de la asociación.
Por su parte, Martin Glücksmann, CEO de Taxi Premium, explica que su empresa –que sufrió el episodio del taxista violador que continúa prófugo– “es proactiva a incentivar el uso de la tecnología para brindar mayor seguridad e información relativa al servicio”.
Glücksmann agrega que, a pesar de que la normativa actual no contempla que las cámaras estén reglamentadas, ellos empezaron este año “un proyecto para incluirlas dentro de los taxis para disminuir los asaltos a los choferes”. Por el momento están probándolo sólo diez unidades de la flota. ¿Por qué no más? “Son caras e importadas”, justifica.
Desde La Plata, Juan Carlos Berón, secretario general del Sindicato de Conductores de Taxis, comenta que “hay unas cincuenta unidades con cámaras en su interior, que filman al pasajero, pero fue idea de los taxistas, no hay una ordenanza que lo estipule. Hace un año propusimos la instalación obligatoria de cámaras en el interior, que filmen lo que ocurre dentro del auto, pero todavía no tuvimos respuesta. Tiene que salir por ordenanza, de lo contrario los dueños no las instalan”, indica por último el delegado de los taxistas platenses.
Donato Cirone, titular del Sindicato de Peones de Taxis de Mar del Plata, está a favor de la instalación de las cámaras. Los asesinatos de cinco taxistas en el último año y medio pusieron en la mesa de debate las ventajas y desventajas de las cámaras.
En este caso grabarían a los pasajeros. “Venimos hablando del tema con la intendencia desde hace cuatro o cinco meses. Pero los dueños de taxis no quieren saber nada”, comenta Cirone. Y agrega indignado: “Desde 2009 hay una ordenanza que estipula colocar una mampara y GPS en el taxi y no lo hacen. Propusimos hacer una prueba piloto de instalar cámaras en treinta unidades pero no tuvimos respuestas. Pareciera que la vida del taxista no vale nada y que a nadie le importa”.
La modalidad de los taxis rosas
Entre las medidas de seguridad adoptadas en Nueva York, además de las ya clásicas mamparas divisorias, se utilizan taxis exclusivos para mujeres y niños. Se trata de los SheTaxis, manejados por personal femenino.
Los coches de la nueva compañía se distinguen por la franja fucsia en la parte delantera del vehículo, aunque también llevan una “S” blanca sobre un fondo fucsia.
Una de las empresas pioneras en este rubro es Pink Ladies, que funciona desde 2005 en Londres. Mientras que en la ciudad de Puebla, México, desde 2014 los taxis rosas invadieron la ciudad. Cada unidad dispone de un localizador satelital y un botón de pánico conectado a un centro de emergencia.
También Colombia lanzó su flota de autos rosas a las calles.
