Raúl Cornejo tiene 40 años y es el jefe de la comisaría de Juan Bautista Alberdi, al sur de la provincia de Tucumán. Pasó el sábado tranquilo con su familia; por la tarde del domingo, su esposa Cecilia Ibarra, de 33, sufrió un pequeño accidente y se cortó la frente con un vidrio.
Cornejo decidió entonces llevarla desde Concepción, donde se encontraban, hacia San Miguel de Tucumán, para tratarla en algún hospital. También subieron al auto a sus dos hijos: Raúl, de 10 años, y María, de 11. Sin embargo, en el camino perdió el control del Chevrolet Astra que conducía. El vehículo salió del camino, chocó contra un arbol y se incendió.
Un amigo de la familia, Sergio Argañaraz, relató al diario tucumano La Gaceta que recibió un llamado telefónico del pequeño Raúl: "Recién me acostaba y me llamó Raúl para decirme que había tenido un accidente y que viajara urgente hasta allí", afirmó.
La mujer había quedado desmayada adentro del auto, y su marido estaba muy golpeado. Los niños, con heridas leves, los sacaron del auto, minutos antes de que el fuego consumiera el vehículo, que quedó reducido a chatarra. "Fue milagroso. Si se demoraban unos minutos más en sacarlos del auto, habrían fallecido carbonizados", dijo al matutino un policía que participó del operativo.
Una familia que viajaba por la ruta esa madrugada auxilió a los heridos, llamó a la Policía y a una ambulancia. "Cuando llegué, ya los estaban trasladando", comentó Argañaraz.
La pareja fue derivada primero al Hospital Padilla y luego a un sanatorio privado, donde permanecen internados: Ibarra tiene fracturas en el femur y Cornejo registra quebraduras en la costilla y golpes en la columna. Por su parte, los menores fueron trasladados al Hospital de Niños y recibieron el alta horas después.