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Alfredo Cornejo: "En 2023 puede haber un presidente radical"

El diputado y presidente de la UCR participó del Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de Periodismo de Perfil. Críticas al Gobierno por el manejo de la pandemia. Y una fuerte defensa de las manifestaciones "espontáneas" contra la cuarentena.

Alfredo Cornejo
Cornejo fue entrevistado por los alumnos del Posgrado Perfil - USAL. | Captura de pantalla.

Alfredo Cornejo participó de una conferencia de prensa virtual organizada por estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación de Editorial Perfil y la Universidad del Salvador (USAL), en la que criticó la cuarentena implementada por el oficialismo. "Alberto se emperró en privilegiar la salud en detrimento de la economía", aseguró el diputado nacional.

Por otra parte, el presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) celebró que Mauricio Macri reconociera los "errores que se pudieron haber cometido durante su gobierno" y no descartó la posibilidad de que en 2023 haya un presidente radical. "No me cabe la menor duda de que los argentinos le van a dar una nueva oportunidad a Juntos por el Cambio", dijo Cornejo en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.

—El peronismo cumplió 75 años con un peronista en el poder. ¿Cuánto falta para que un radical vuelva a ser presidente?

—Es muy difícil de proyectar con precisión pero no veo lejano que sea pronto. En 2023 puede haber un presidente radical. No me cabe la menor duda de que los argentinos le van a dar una nueva oportunidad a Juntos por el Cambio. Y dentro de Juntos por el Cambio, por qué no a alguno de los dirigentes radicales. A algún gobernador de las tres provincias que gobernamos, a Martín Lousteau que está enrolado en la Unión Cívica Radical o algún líder parlamentario que pueda ser candidato a presidente. El kirchnerismo lleva sólo diez meses de gobierno y ha fagocitado buena parte de su caudal político y, probablemente, esté fagocitando buena parte de su caudal electoral. No ganó por una paliza a la oposición como en las elecciones del 2011 o del 2007. Ganó con una diferencia relativamente ajustada. 48 casi a 41. En materia económica y materia social no le ha ido bien.

—¿Se siente como un posible candidato para las elecciones presidenciales?

—No es una candidatura que esté buscando, pero por qué no. He sido gobernador de una provincia importante en los últimos cuatro años. Mi ánimo es que Juntos por el Cambio esté competitivo en 2023 y que los tres partidos nacionales mantengamos la unidad. Y que uno de nosotros, radicales o María Eugenia Vidal u Horacio Rodríguez Larreta, sea presidente con un programa de gobierno que saque a la Argentina adelante.

—¿Por qué no lograron sacar a Argentina adelante cuando fueron gobierno?

—Por múltiples motivos. Cambiemos se proponía sacar a vastos sectores de la pobreza y no se pudo, no se supo o no se acertaron las políticas. Sacar a la Argentina de la pobreza requiere al menos dos décadas ininterrumpidas de crecimiento económico, que no se van a lograr en la dirección que está llevando el gobierno de Alberto Fernández. Se necesitan una serie de reformas estructurales que estén bancadas por oficialismo y oposición para que se puedan sostener dos décadas seguidas, que es un prerrequisito. No se va a sacar a la gente de la pobreza con un subsidio estatal, ni con las medidas que se están llevando a la práctica y que ya fracasaron en el gobierno de Cristina, como el cepo cambiario y más presión impositiva.

—¿Qué representa el regreso de Mauricio Macri?

—Yo no sé si un regreso. Es decir, estuvo sin hacer declaraciones pero ha estado presente en todas las reuniones que hemos tenido en la mesa de Juntos por el Cambio. A sus declaraciones las veo como una contribución al partido y percibí una cierta autocrítica de errores que se pueden haber cometido en su gobierno, más que nada políticos. También dijo que no iba a ser candidato en las elecciones legislativas próximas y las dos cosas despejan dudas. La autocrítica es sólida y que no se presente como candidato permite dejar de comparar con Cristina Fernández de Kirchner, ya que todo el tiempo tratan de decir que necesita ser candidato para tener fueros por las investigaciones que le han iniciado. Eso no es cierto.

—¿Qué análisis puede hacer de la interna que comienza a evidenciarse en Juntos por el Cambio?

—Puede haber una diferencia de opiniones, pero no las interpreto como una división. Hay diferentes interpretaciones sobre el pasado reciente. Yo he sido muy crítico de la gestión de Macri en muchos aspectos, y lo he hecho en forma privada y pública. Diría que los principales referentes de Juntos por el Cambio estamos más unidos que nunca en los diez meses que lleva Alberto Fernández. Pero unidos con diferencias tácticas acerca de cómo pararse ante el Gobierno. Hay una fortaleza. Y debo decir que es la primera vez que el kirchnerismo encuentra a la principal coalición de oposición unida. Es un dato alentador a los efectos de cumplir el papel y rol de oposición que necesita el país. Argentina necesita un buen gobierno y necesita una buena oposición.

—¿Cree que la UCR fue consultada lo suficiente en las principales decisiones políticas y económicas de la gestión de Cambiemos?

—No, no fue lo suficientemente consultada. Y creo que fue un error. El radicalismo fue muy leal en la creación de la coalición Cambiemos y el gobierno supeditó sus posiciones como partido a la responsabilidad institucional de gobernar. Muchas veces, aún no estando de acuerdo, se acompañaron algunas decisiones de las que no fue consultado el radicalismo. No obstante, el balance que hacemos es que hicimos bien en aquella convención de Gualeguaychú de aprobar una alianza con el PRO y la Coalición Cívica. E hicimos bien en ratificar en el 2019 en la convención de Parque Norte.

—¿Hay una intención por parte del radicalismo de manifestarse en las calles para recuperar protagonismo?

—Sí, ¿por qué no? Es legítimo que los dirigentes de la oposición se movilicen y se manifiesten. La única lectura que hago de estas manifestaciones es que son bastante espontáneas. Hay dirigentes de Juntos por el Cambio o adherentes o simpatizantes, como es el caso de Luis Brandoni, que hace convocatorias a manifestaciones y es afiliado radical. Se moviliza un montón de gente que no tiene vocación por la política precisamente, pero que sí tiene opinión que dar en materia de espacio público.

Alfredo Cornejo Posgrado

—¿Qué opina sobre el nuevo observatorio Nodio?

—Un rechazo categórico. Todas las cosas que argumentan para todo eso ya están contempladas en la legislación actual. Por lo cual me genera muchísimas, pero muchísimas sospechas que sea un ámbito estatal para la censura y para el castigo de los que opinan distinto, del periodismo pero también en redes sociales.

—¿Cree que la denuncia de Waldo Wolff, Fernando Iglesias y otros diputados de Juntos por el Cambio a periodistas de El Destape también van por ese carril?

—Un periodista no tiene ninguna prerrogativa especial si comete un delito. Es muy distinto si uno crea un organismo para verificar las opiniones. Esa teoría de los dos demonios, que asimila una cosa con la otra, me niego a aceptarla. Es decir, denunciar a un periodista determinado por un hecho que se considera delictivo, después la Justicia dirá si es así o no. Pero no es lo mismo que crear un organismo para la censura previa del periodismo.

—Le agradecemos su participación en Ciclo de Entrevistas organizado por estudiantes de Periodismo de Perfil y lo invitamos a cerrar el reportaje con un comentario final que usted quiera realizar.

—No es un hecho menor la pandemia y la estrategia de cuarentena que implementó el Gobierno para enfrentarla. Yo creo que ha cometido un grave error asentándose en una dicotomía falsa. Cuando más necesitamos que el Presidente sea un estadista y equilibrara economía y salud, Alberto Fernández se emperró en privilegiar la salud en detrimento de la economía. Y en los indicadores actuales, sin motivo de discusión alguna, comparado con otros países en el ranking que se mire, nos ha ido mal. Nos ha ido mal en materia sanitaria y en materia económica. En lo económico entramos con una base mala a la pandemia que arrastraba del gobierno anterior, no me cabe duda. Hace diez años que la Argentina no crece. No sólo en el gobierno de Macri, sino desde la mitad del primer gobierno de Cristina que no crecemos. Pero la estrategia de cuarentena ha empeorado mucho más la economía de lo que ya estaba. Y será difícil recuperarse en los próximos años debido al error de esta falsa estrategia económica y sanitaria.

Por Aldo Nuñez y Delfina Terribile
Estudiantes de Periodismo

Posgrado en Periodismo de Investigación Perfil - USAL