Controvertido y acaudalado personaje de la "industria del entretenimiento para adultos" en Sao Paulo, Oscar Maroni festejó como pocos empresarios brasileños la detención del ex presidente Luiz Lula da Silva como Oscar Maroni. Ataviado con un traje a rayas, en irónica alusión a un traje de presidiario, el calvo dueño del "Night Club Bahamas" había anunciado que regalaría 9 mil latas de cerveza a todos los que fueran a festejar en su club la detención de Lula, y armó frente al cabaret un enorme hasta un escenario, colgando incluso dos enormes retratos del juez Sergio Moro y de la presidente del Supremo Tribunal Federal, Cármen Lúcia Antunes Rocha, los nombres de la justicia que terminaron mandando al líder del PT a la cárcel de Curitiba. La escena mezclaba a cientos de personas que pugnaban por esas bebidas alcoholicas gratis, a unas cuantas de las mujeres que trabajan en ese prostíbulo, un par de ellas desnudas, e incluso varios allegados a Maroni se habían disfrazado de superhéroes, bailando frenéticamente al compás de música a todo volumen. La escena, explícita, graficaba la crisis tremenda división social que genera el caso Lula en la socieda brasileña.
"Al fin está preso ese ladrón...", gritaba Maroni, que improvisó con algunas de las trabajadores de su club escenas de sexo festejadas por quienes hacían cola para llevarse la cerveza, en un combo que apuntaba a provocar todo el escándalo mediático que fuera posible. De hecho el cuadro excedía lo bizarro.
Dueño de varios hoteles también para adultos, de establecimientos agrarios y hasta graduado en psicología, Maroni tiene múltiples negocios y tiene también aspiraciones políticas, anotándose en la carrera las para las elecciones presidenciales de octubre próximo. Su lujoso "Oscar's Hotel", muy cerca de una de las cabeceras del Aeropuerto de Congonhas, generó durante años una pelea feroz con las autoridades de San Pablo, que debatían si ponía o no en riesgo la seguridad aérea. Criador de caballos y promotor de todo tipo de espectáculos, Maroni también tiene negocios editoriales, con los derechos en Brasil de las revistas Hustler y Penthouse.