"Estoy parado en la entrada de Chivilcoy y no me dejan ingresar", había publicado en redes sociales Claudio Parente, quien intentó ver a su padre agónico por última vez, pero le prohibieron el ingreso a la ciudad en el marco de la pandemia de coronavirus. Tenía el permiso, pero un control en el acceso le impidió el paso y tuvo que volver a su casa en La Plata. El intendente de Chivilcoy se comunicó con él para decirle que vuelva porque la ruta ya estaba "despejada". Pero, en el camino, su padre falleció. No lo pudo despedir.
El médico del geriátrico en el que se encontraba Rual Parente, el padre de Claudio, se había comunicado con él para advertirle que se encontraba en estado terminal. Desde hacía años padecía Alzheimer y estaba aislado porque su cuadro era grave.
El viernes Parente tramitó los permisos para poder circular por la ruta e ingresar a Chivilcoy, pero al llegar a la entrada de la ciudad, lo retuvieron y luego le comunicaron que no podría entrar: "Hace más de 50 minutos que me tienen en la entrada", había escrito con imágenes del control en el acceso.
“Saqué los permisos necesarios y poniéndole que mi papá tenía riesgo de vida, me dirigí a Chivilcoy y cuando entro, me ponen a un costado y me dicen ‘no va a poder pasar’ por un montón de cosas. Hasta vino una policía y me dijo que yo le estaba faltando el respeto, pero yo ya no respondía de mí”, le dijo Parente a TN.
El hombre relató que, mientras el aguardaba a un costado de la ruta, cada vez se acercaba más personal municipal, policial y hasta una camioneta de Seguridad Vial. Un comisario lo llamó por teléfono para decirle que “estaban haciendo todo lo posible”, pero finalmente no lo dejaban pasar.
Claudio Parente les mostró el certificado médico del geriátrico en el que manifestaba la gravedad de su padre. Sin embargo y pese a la insistencia tuvo que irse manjenado y volver a La Plata, en donde vive.
Cerca de las 22, lo llamó el intendente de Chivilcoy Guillermo Britos, para ponerse a disposición. “Me dijo que él no tenía conocimiento de la cuestión. Al rato, me pidió disculpas y me dijo que me mandaba un auto. ¿Un auto oficial, que me pague los gastos? Yo no necesitaba eso, yo necesitaba ver a mi papá”, reclamó el platense.
A primera hora del sábado, Claudio Parente emprendió su regreso a Chivilcoy, pero recibió una llamada en el camino en la que le informaron que su padre había fallecido durante la mañana. "Quedó un abrazo y un beso pendiente. Tengo mucho dolor, mucha bronca y una profunda tristeza por lo que me hicieron. Es un dolor con el que voy a tener que vivir toda mi vida", sollozó Parente en diálogo con el diario El Día.
Esta es una situación que ya han vivido otros familiares desde que comenzó la pandemia de coronavirus en Argentina, por la cual no pueden ver a sus seres queridos, en otras ciudades o provincias, porque las autoridades se aferraban a las restricciones impuestas por el aislamiento obligatorio en todo el país. A pesar de que el Gobierno nacional habilitara, por medio del decreto nacional que extendió la cuarentena hasta el 20 de septiembre, el acompañamiento a pacientes internados "en sus últimos días de vida".
CI/MC