Federico Pinedo visitó la Escuela de Comunicación para participar del Ciclo de Entrevistas de Perfil Educación y se refirió a la difícil situación que atraviesa Chile. También sostuvo que "la deuda con el FMI habrá que renegociarla, porque la Argentina no podía pagar tanto en tan poco lapso", y aseveró que Mauricio Macri "fue demasiado ambicioso".
El presidente provisional del Senado de la Nación también advirtió que uno de los problemas que tiene esta elección es que "no se sabe qué propone la fórmula Fernández-Fernández" en la campaña. "Presentan señales contradictorias. No se cómo se va a manejar, es una coalición muy heterogénea con alguna gente muy extremista y otros moderados, que conozco y valoro como a muchos gobernadores. Así que de ese mix no sé qué va a salir", aseguró Pinedo frente a los estudiantes de Periodismo del instituto terciario creado en Editorial Perfil.
—¿Cómo vio a Mauricio Macri en el debate presidencial, cree que hay credibilidad en lo que dijo?
—Yo creo que sí. Creo que fue muy sólido en algunos momentos. En algunos temas, por supuesto las ideas de Mauricio Macri, no son las de una parte de la población, que habrán pensado que está mal lo que decía. Pero me pareció sólido, preparado.
—¿Qué opina acerca de los comentarios de Nicolás Del Caño en la noche del debate apoyando las manifestaciones de Chile, considerando lo que luego ocurrió frente al consulado en Argentina?
—No me gusta cuestionarlo implacablemente a Del Caño porque no sé si ahora haría la misma declaración que ese día. De todas maneras, ese día ya se había incendiado un edificio y me parece que eso no es una manifestación, eso es un incendio. Entonces desde ese punto de vista me parece irresponsable. Los demócratas tenemos que cuidar la democracia. Y la democracia es un sistema de respeto de las opiniones ajenas. Y en ningún caso el respeto puede pasar por los incendios. No es una norma de convivencia democrática, sobre todo en un país democrático como es Chile, no está en una dictadura como en otros países del mundo.
—En varias oportunidades desde el Gobierno se elogió el modelo chileno. ¿Qué opina de la crisis social que se está viviendo hoy en Chile?
—El modelo chileno es un modelo muy exitoso, es un modelo que tiene muchos años, de la democracia chilena, con la alternancia en el poder del partido de centro de derecha, el socialismo y de la democracia cristiana, manteniendo una políticas económica que ha logrado incluir a muchísimos sectores proletarios que habían en Chile, mostrando una sociedad dividida con una clase media muy chiquita. Yo creo que el nivel de pobreza en Chile debe ser del menos del 5%, crece al 3% anual, tiene una inflación del menos del 2%. Pero eso no es ahora, esto viene de los gobiernos anteriores, los últimos fueron socialistas, los anteriores demócratas cristianos, así que creo que es un modelo exitoso en general. Tienen cosas para los argentinos son raras, como cobrar la educación pública, universitaria, que creo que son errores de los chilenos. Supongo que generan problemas sociales, hubo manifestaciones del pasado, pero el nivel de violencia que estamos viendo, esto que pasó en estos días, me parece que no es un problema de descontento con alguna cosa, quemar edificios me parece que no es una manifestación política democrática, me parece que es otra cosa, es la voluntad de no respetar al gobierno que el pueblo eligió.
—¿Cuál es su posición respecto de las deudas asumidas con el FMI?
—No cabe duda que hay que renegociarla porque estaba originalmente pautada para un plazo de pago muy corto, se tenía que pagar un montón el año que viene y eso no es posible. Yo creo que en cualquier hipótesis eso iba a reveerse porque la Argentina no podía pagar tanto en tan poco lapso. La deuda que se tomó con el Fondo fue para pagar otra deuda casi matemáticamente, lo que entró por un lado salió por el otro. La deuda obedeció a que a la Argentina en abril del 2018 se le cortó el crédito un día para el otro. Cuando se cortó el crédito nos quedamos sin financiamiento y por lo tanto se tenía que hacer un ajuste espectacular, que era imposible. Por eso se tomó el crédito del Fondo Monetario, que era el que tenía las tasas más bajas.
—¿Haber convocado a Miguel Ángel Pichetto sirvió para algo o fue un error?
—No fue un error. Fue una señal. Es una señal de lo que viene en la Argentina, o de lo que nos gustaría que venga en la Argentina, que es la posibilidad de que los que están en el oficialismo y en la oposición puedan acompañar cosas y trabajar juntos por objetivos comunes. Pichetto siempre fue una persona constructiva, aun desde la oposición.
—¿Usted cree que los que apoyan la fórmula Fernández-Fernández tienen la intención de trabar juntos?
—No tengo idea, yo creo eso es uno de los problemas que tiene esta elección, que no se sabe bien la fórmula Fernández-Fernández que es lo que realmente propone. Porque por un lado dicen una cosa, y por otro lado hay señales contradictorias, piensan cosas muy diferentes, no se sabe bien cual de esas cosas diferentes es la que se va a imponer. Yo creo que eso es un problema de esta elección. Hay mucha duda sobre si ganan los Fernández qué es lo que van hacer. Y no se sabé quien tendrá el poder. El kirchnerismo no ha sido muy proclive a buscar acuerdos. El cambio que propuso el presidente Macri fue un cambio muy ambicioso, muy notorio en muchas materias y creo que ese cambio tan ambicioso tiene que tener conceso en una discusión con nuestros adversarios políticos.
—¿Fue ambicioso Macri?
—Sí, creo que Macri fue muy ambicioso en muchos temas y le costó acordarlo con la sociedad, con el resto de las fuerzas políticas.
—Dijo que hay duda de quién va a tener el poder si gana Alberto Fernández, ¿usted que piensa?
—No sé cómo se va a manejar eso, es una coalición muy heterogénea con alguna gente muy extremista y otros moderados, que conozco y valoro como a muchos gobernadores. Así que de ese mix, no sé qué va a salir.
Por Gonzalo Aragon, Gonzalo Martínez, Nicolas Ponce y Brenda Ávalos
(Alumnos de Primer Año de la Escuela de Comunicación de Editorial Perfil)