El piloto del avión de Aerolíneas Argentinas en el que un chiquito de ocho años casi pierde la vida en pleno viaje, Martín Hughes, sostuvo que "era necesario e indiscutible desviar el vuelo".
Ya de regreso en Ezeiza, Hughes y la tripulación que minutos antes de las 6 de la mañana aterrizaron de emergencia en Bolivia contaron, con suma humildad, lo que vivieron la noche del martes, día en el que podría haber ocurrido una tragedia lamentable.
"Fue emocionante saber que se salvó", afirmó apenas descendió del vuelo esta madrugada y con agradecimientos, principalmente para la médica especialista en neumotórax que iba a bordo y a los otros dos médicos que le realizaron al chico prácticas de reanimación, Hughes manifestó que "el nene iba a perder la vida" si no aterrizaban para darle atención en tierra rápidamente y que por eso declaró "la emergencia médica".
Según recordó Lorena Lecea, la azafata del vuelo, todo ocurrió después del servicio de cena de esa noche cuando la mamá del chico se les acercó para avisarles que se había empezado a sentir mal. "Le faltaba el aire y se había hinchado", relató. "Todos entendieron la situación", indicó Lecea y resaltó la colaboración que tuvieron de los pasajeros.
El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, publicó su reconocimiento en las redes sociales. "Felicitaciones a la tripulación del vuelo AR1302 que aterrizó de emergencia en Bolivia para salvar de un niño", fue el mensaje en Twitter.