La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó este jueves un comunicado advirtiendo que la pandemia de covid-19 "durará un año más de lo que debería" porque los países más pobres no están recibiendo las vacunas que necesitan.
El doctor Bruce Aylward, uno de los líderes de la OMS, dijo que, si esta situación continúa, la crisis provocada por la propagación del Covid-19 podría "prolongarse fácilmente hasta el 2022".
Menos del 5% de la población de África ha sido vacunada con las dos dosis, en comparación con el 40% en la mayoría de los otros continentes.
La idea original detrás del Covax, el programa global respaldado por las Naciones Unidas para distribuir vacunas de manera justa, era que todos los países podían adquirir vacunas a través de ese mecanismo, incluyendo los países ricos participantes.
Sin embargo ese ímpetú inicial se atenuó cuando la mayoría de los países del G7 comenzaron a hacer acuerdos bilaterales en forma privada e individual, directamente con las compañías farmacéuticas, de modo así de asegurarse primero sus propias vacunas.
Un año más es una dosis de realidad
Este jueves, la organización People’s Vaccine dio a conocer un trabajo que revela que de los 1.800 millones de vacunas contra el Covid-19 que los países ricos prometieron, solo se repartieron hasta hoy 261 millones. Al mismo tiempo, los laboratorios farmacéuticos que producen las vacunas sólo entregaron el 12% de las dosis destinadas al mecanismo Covax. Este informe se tituló: “A Dose of Reality” (Una dosis de realidad).
"Las naciones ricas y las corporaciones están fallando vergonzosamente a la hora de cumplir sus promesas y bloquean la solución real que brindaría a las poblaciones más pobres la capacidad de fabricar sus propias vacunas. Esto solo demuestra que, tristemente, las personas más vulnerables no pueden confiar en la generosidad y la caridad de los países más ricos y las empresas farmacéuticas. Las consecuencias son horribles: cientos de miles de personas mueren a causa de la COVID-19", señaló simultáneamente Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA (Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida), según cita Europa Press.
Hasta la fecha España entregó solamente 6,2 millones (21%) de los 30 millones de dosis que se comprometió a distribuir para los países más pobres; el Reino Unido sólo entregó 9,6 millones (menos del 10 %) de los 100 millones de dosis que prometió; Alemania, el 12 % de los 100 millones de dosis que prometió; y Francia, el 9 % de los 120 millones prometidos.
En el continente americano, Canadá actuó con la misma lógica: entregó 3,2 millones (el 8%) de los 40 millones de dosis que prometió (y retuvo para sí, 970 mil dosis del mecanismo Covax).
Estados Unidos es el país que más dosis empaquetó para enviar a otras partes (casi 177 millones), pero esta cifra sólo representa el 16% de los 1.100 millones de dosis que había prometido.
De los 994 millones de dosis destinadas a COVAX por Johnson & Johnson, Moderna, Oxford/AstraZeneca y Pfizer/BioNTech, solo se han entregado 120 millones (12 %), cantidad 15 veces menor a los 1.800 millones de dosis suministradas a los países ricos por estas mismas empresas. Ni Johnson & Johnson ni Moderna han aportado todavía una sola de las dosis que prometieron.
Los laboratorios Johnson & Johnson y Moderna deben aun las dosis que prometieron entregar para el mecanismo Covax, que las distribuirá a los países más pobres
Además, gobiernos como el británico siguen bloqueando la posibilidad de que países como Sudáfrica o India fabriquen sus propias vacunas, para no tener que depender de la caridad internacional.
Para poder cumplir con el objetivo de la OMS de tener al 40 % de la población mundial vacunada afines de 2021 y alcanzar el 70 % a mediados de 2022, es imperioso redistribuir de inmediato y en forma equitativa las vacunas disponibles.
MM CP
