En este nuevo ejemplar semanal del L'Osservatore Romano, en lengua española se destaca el expreso y urgente pedido del Papa Francisco por un alto el fuego global e inmediato ante el recrudecimiento de las tensiones armadas entre Armenia y Azerbaiyán. Desde la portada y en la página siguiente, se destaca este pedido que el Papa Bergoglio realizó en forma pública al finalizar el Ángelus de cara a la plaza San Pietro. El Santo Padre, frente a la histórica plaza con la presencia de fieles con los cuidados de distanciamiento sanitario y ante millones de televidentes de todo el mundo dijo: “En base de una reciente Resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, renuevo el llamamiento a un alto el fuego global e inmediato, que permita la paz y la seguridad indispensables para proveer la asistencia humanitaria necesaria. En Particular, sigo con preocupación el agudizarse, en los días pasados, de las tensiones armadas en la región del Cáucaso, entre Armenia y Azerbaiyán. Mientras aseguro mi oración por las familias de aquellos que han perdido la vida durante los enfrentamientos, deseo que, con el compromiso de la comunidad internacional y a través del diálogo y la buena voluntad de las partes, se pueda alcanzar una solución pacífica duradera, que se preocupe por el bien de esas amadas poblaciones.
Sin dudas, que es de sumo interés para el Papa Francisco, a la luz del Sínodo de la Amazonía celebrado del año pasado y su Exhortación Apostólica posterior “Querida Amazonía”, las situación humana, eclesial y cultural de estos habitantes y su hábitat. Por ello, en esta edición se incluyen dos artículos muy significativos en este sentido.
El primero de ellos, tiene relación con un documento emanado de la Asamblea de la Amazonía, llevada adelante entre los días 18 y 19 de julio. Desde el inicio de ese texto conclusivo, se reconocen como auto convocados y convocadas «ante la destrucción de la Amazonía y sus pueblos, que producirá una catástrofe global, por la inter-dependencia profunda de todo lo que existe». Del mismo modo, llaman en su primer párrafo a una «movilización mundial por la Amazonía». Los objetivos de la misma son tres:.Detener el ecocidio, el etnocidio y el genocidio de los pueblo indígenas. El documento que es comentado y desarrollado por Marcelo Figueroa, destaca que los asambleistas, al cierre del histórico documento expresan creer en «los procesos de auto organización de los pueblos en la Panamazonía y el Abya Yala, con la movilización de las comunidades, ciudades y movimientos sociales». No dudan en concluir su declaración final con una serie de expresiones determinantes y urgentes: «¡Ya no hay más tiempo! ¡Basta de antropocentrismo, de soberbia suicida, de tecnolatría del crecimiento ilimitado, hasta la explosión global! La Amazonía no nos “pertenece”, nosotros convivimos y dependemos de ella. Vida plena es la interdependencia entre todo lo que existe. ¡Amazonía Viva, Humanidad Segura, Buen Con-Vivir para todas y todos!».
El segundo, tiene que ver con una serie de documentales promovida por la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) titulada “Querida Amazonía: los sueños del Papa Francisco para la Amazonía). En el primer episodio que se dio a conocer, el Santo Padre escribe entre otras cosas: «Sueño con una AmazonÍa que luche por los derechos de los más pobres, de los pueblos originarios, de los últimos, donde su voz sea escuchada y su dignidad sea promovida. Sueño con una Amazonía que preserve esa riqueza cultural que la destaca, donde brilla de modos tan diversos la belleza humana. Sueño con una AmazonÍa que custodie celosamente la abrumadora hermosura natural que la engalana, la vida desbordante que llena sus ríos y sus selvas. Sueño con comunidades cristianas capaces de entregarse y de encarnarse en la Amazonia, hasta el punto de regalar a la Iglesia nuevos rostros con rasgos amazónicos» . Estos son los cuatro sueños del Papa para la Amazonía, es decir un sueño social, uno cultural, uno ecológico y uno eclesial.
En esta edición se destaca también el gesto del Santo Padre de visitar a los niños y niñas que en este tiempo de vacaciones y restricciones por el COVID-19 asisten nada menos que al Aula Pablo VI, cedida por Francisco para jugar y recrearse. «La gente que solo sabe divertirse sola es egoísta, para divertirse hay que estar juntos, con amigos». Con estas palabras el Papa Francisco se dirigió a un centenar de chicos y chicas que asisten a la iniciativa «Verano de los jóvenes en el Vaticano». El diálogo tuvo lugar el lunes 20 de julio por la mañana, cuando el Papa llegó por sorpresa al Aula Pablo VI, donde los pequeños estaban desayunando antes de su tiempo de juegos.
Finalmente, y como es habitual, en esta edición del diario oficial de la Santa Sede en lengua española se transcriben homilías, declaraciones completas de Dicasterios vaticanos y otros artículos de interés para el mundo católico de habla hispana, tanto peninsular como en Latinoamérica.