Aunque admite que vive meses de tensión producto de la crisis sanitaria y económica que desató el Coronavirus, para Horacio Rodríguez Larreta la gestión, su vida política y hasta su vida privada se planifican. Y la pandemia dificulta cualquier planificación.
Aunque el horizonte de salida de la pandemia está lejano aún, Larreta ya proyecta su plan para la Ciudad en 2021 y también su estrategia de “all in”, es decir, sumar a todos los sectores opositores en un mismo armado político. Desde el GEN de Margarita Stolbizer, pasando por el rosarino Pablo Javkin hasta un sector del PJ no oficialista. Ya sostiene un acuerdo – que vienen funcionando de manera exitosa – con un sector del socialismo y la UCR, en especial con el senador Martín Lousteau y con el diputado Emiliano Yacobitti. No le gusta que lo llamen el “líder” de la oposición y asegura que “falta mucho” para pensar en candidaturas.
Por ello, Larreta dedica parte de su tiempo a sostener la unidad del frente Juntos por el Cambio e intentar apaciguar las tensiones que suponen el ala “dura”, muy crítica del Gobierno nacional, y el ala “moderada” del PRO, más dialoguista.
—¿Cómo se sintió cuando el presidente Alberto Fernández lo nombró como “mi amigo” hace diez días?
—En ese momento la realidad es que, cada vez que le daba la palabra a un gobernador tenía un gesto cariñoso. “Mi amigo”, “mi querido”. Fue natural porque a todos los introducía así. Entiendo que en mi caso tiene una lectura política diferente, pero en el momento me pareció natural. Tengo una buena relación. Soy un ferviente creyente en el diálogo, es mi modo de vida, siempre he sido así, y ni hablar en esta situación de la pandemia. Pero no es que me pongo a dialogar ahora. Creo en el diálogo como parte del futuro de la Argentina. Tenemos una gran responsabilidad en terminar con la grieta. Es bueno para el futuro que todos podamos tener un diálogo razonable entre todos. Eso no quiere decir que no tengamos diferencias, que piense distinto, lo cual refleja que estamos en espacios políticos diferentes. Hay muchas cosas que señalé como diferencias con el Gobierno pero no por eso no vamos a dialogar.
"Hay que recuperar las libertades cuidándonos entre todos"
—¿Con Kicillof también sostiene también un buen vínculo?
—Tengo buena relación con él. Tenemos mucha interacción: todo el límite de la Ciudad con tres millones de personas es con el conurbano de diez millones viviendo alrededor. Es obvio que tenemos que trabajarlo juntos.
—¿Cómo evaluó la reaparición de Mauricio Macri?
—Con Mauricio tengo diálogo asiduo, obviamente. Él siempre ha sido muy respetuoso con los que tenemos responsabilidad de gestión. Me siento apoyado por todo Juntos por el Cambio.
—¿Se saldaron parte de las internas más fuertes con la nueva mesa ejecutiva del PRO?
—Todo avance en la organización del partido, además con la presencia de dirigentes muy representativos y de mucho peso es bueno, definitivamente. Tenemos una responsabilidad de construcción partidaria. Y el hecho de que los dirigentes más importantes del espacio estén en una mesa ejecutiva es un gran paso.