Dinero en efectivo

Billetes de $ 1.000: el Gobierno le compra a España para que no falten a fin de año

Esta compra, la importación de billetes de $ 1.000 más cara adjudicada hasta ahora, se suma a los 400 millones de billetes que se le adquirieron a Brasil.

Darío, Inspector de PFA nos explica cómo darnos cuenta si un billete es auténtico o falsificado. Foto: captura

El Gobierno encargó a la Casa de la Moneda española la fabricación de 170 millones de billetes de $ 1.000 a u$s 126,32 por cada mil billetes, el valor más caro pagado hasta ahora por la importación de papel moneda.

El Gobierno decidió esta compra para evitar el desabastecimiento a fin de año, mientras en Brasil se están imprimiendo 400 millones de billetes de esa denominación.

Casa de la Moneda argentina.

Es decir, que a España se le pagará u$s 21.474.400, mientras que a Brasil deberá abonársele u$s 20.600.000 por 400 millones de billetes.

La Casa de la Moneda argentina, que dirige el ex gobernador de Mendoza, Rodolfo Gabriellique tenía todo listo para imprimir billetes de $ 5.000 lo que habría sido vetada por el ala kirchnerista del Gobierno, está trabajando contrarreloj en la impresión de billetes.

La importación de billetes desde Brasil costaría 20,6 millones de dólares

Según una investigación de La Nación, el costo de imprimir en la Fábrica Nacional de Monedas y Timbres de España es 37% más caro que cualquier otro presupuesto aceptado hasta ahora en una importación de billetes.

Por cada billete de $ 1.000, el Estado argentino pagará 12 centavos de dólar, unos $ 20 al cambio del blue del mediodía de hoy, 11 de noviembre.

El costo mayor podría compensarse por los mejores sistemas de seguridad para evitar la falsificación del billete y porque está incluido el traslado en avión desde España hasta Argentina.

El Estado argentino pagará 12 centavos de dólar, unos $ 20 al cambio del blue del mediodía de hoy, 11 de noviembre.

Las negociaciones con la Fábrica Nacional de Monedas y Timbres a comenzaron en julio, cuando el Gobierno argentino envió una nota a su par español.

Por la pandemia, la gente comenzó a usar más el efectivo lo que obligó a las impresoras de monedas en todo el mundo estén trabajando a tiempo completo.