El precio de la factura de luz en CABA cayó al nivel más bajo de toda la era Milei
Según un informe de INECO UADE, el costo real de la electricidad en la Ciudad de Buenos Aires se encuentra en el punto más bajo de toda la gestión de Javier Milei, aunque el esfuerzo salarial que implica pagar la factura sigue siendo más alto que en períodos previos.
El costo real de la factura de electricidad en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) se ubicó en su punto más bajo desde el inicio de la gestión de Javier Milei, según un estudio del Instituto de Economía (INECO) de la universidad Argentina de Empresa (UADE).
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El informe, que analizó la evolución del gasto en la canasta de consumo eléctrico entre 1993 y 2025, señaló que el valor actual equivale al registrado durante la presidencia de Carlos Menem, con un costo real de $37.333 en octubre de 2025, equivalente al 2,0% del salario medio.
La evolución del costo real de la energía
El relevamiento de INECO UADE detalló que el valor mínimo global de toda la serie histórica corresponde a diciembre de 2015, cuando la canasta eléctrica equivalía a $4.011, mientras que el máximo se alcanzó en febrero de 2024, con una factura de $79.292. El promedio general de todo el período se ubicó en $26.822. Esto implica que la diferencia entre la factura más cara y la más barata fue de veinte veces.
El informe precisó que, en términos reales, el costo de la electricidad residencial se encuentra hoy en niveles comparables a los observados durante la década del noventa. Sin embargo, el esfuerzo salarial necesario para cubrir el servicio resulta levemente menor, producto de una mejora en el poder adquisitivo del salario medio hacia fines de 2025.
El estudio reveló que las familias argentinas pasaron de afrontar una factura mínima de $4.011 en 2015 a picos cercanos a los $79.292 en 2024, con oscilaciones que reflejan los cambios en la política tarifaria y en el poder de compra.
La factura de luz y el salario medio
En términos de esfuerzo sobre el salario, el trabajo de INECO UADE detalló que el valor mínimo de toda la serie se registró también en diciembre de 2015, cuando la factura de electricidad representaba solo el 0,15% del salario medio, equivalente a $2.730.
Por el contrario, el máximo histórico se produjo en junio de 1996, cuando la incidencia del gasto en luz alcanzó el 2,94% del salario, unos $52.658 actualizados a valores de noviembre de 2025.
Entre ambos extremos, la diferencia es de 1.860%, lo que demuestra la fuerte dispersión del peso de la energía eléctrica en la economía familiar. En promedio, el costo del servicio representó un 1,59% del salario a lo largo de toda la serie analizada, equivalente a una factura de $30.001.
Los años 2002 a 2015 fueron el período de menor incidencia, con un costo promedio de $19.796, que equivalía al 1,05% del salario. Le siguió el período 2020-2023, con un esfuerzo del 1,49% ($28.137), mientras que la administración 2016-2019 presentó un promedio del 1,61% ($30.530).
La gestión Milei y el contexto actual
Según el estudio realizado por INECO UADE, durante la actual gestión presidencial, el peso de la factura de electricidad sobre el salario ascendió en promedio a 2,23%, lo que equivale a una erogación mensual de $42.291. Esto implica que, pese a la baja reciente, el costo sigue siendo más del doble que la tarifa mínima del período 2020-2023 y un 51% superior al promedio de la administración anterior.
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El punto más alto del actual ciclo se registró en febrero de 2024, cuando las familias afrontaron una factura equivalente al 2,93% del salario medio ($52.471). Desde entonces, el valor se redujo gradualmente hasta alcanzar en octubre de 2025 los niveles más bajos del período, con una factura promedio de $37.333 y una incidencia del 2,0% del salario.
Pese a esa mejora, el informe advierte que el servicio eléctrico continúa representando una carga significativa en el presupuesto de los hogares. En promedio, las familias destinan actualmente unos $13.700 más por mes que durante la gestión anterior para afrontar el consumo eléctrico.
Un alivio parcial para los hogares porteños
INECO UADE concluyó que, aunque el costo real de la electricidad cayó al nivel más bajo desde la asunción de Milei, el esfuerzo salarial que implicó pagar la factura sigue siendo elevado en términos históricos. El informe subraya que las oscilaciones de precios, las políticas de subsidios y los ajustes tarifarios han sido factores determinantes en la evolución de este servicio esencial.
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En perspectiva, el costo actual del servicio eléctrico en Buenos Aires representa un alivio parcial para los usuarios, pero también refleja las tensiones estructurales del sistema energético argentino.
Según el estudio, la tendencia a la baja observada en los últimos meses podría revertirse si se modifican los esquemas de subsidios o si los salarios pierden poder adquisitivo.
Finalmente, el trabajo destacó que, aunque el valor real de la factura actual es similar al de los años noventa, el contexto económico y social es distinto: los ingresos promedio son más altos en términos nominales, pero la capacidad de pago de los hogares sigue siendo frágil frente a la volatilidad de precios. De este modo, el informe de INECO UADE dejó en claro que la estabilidad tarifaria continúa siendo un desafío pendiente para el país.
GZ / lr
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