Juan Carlos de Pablo cuestionó la apertura de la economía: "La importación tiene mejores abogados que la producción local"

Juan Carlos de Pablo, economista cercano al presidente Javier Milei, se refirió a la coyuntura económica con un “dólar barato” y apertura a las importaciones.

En cuanto a la comparación con la política llevada adelante por el entonces ministro Alfredo Martínez de Hoz a fines de la década del ’70, De Pablo afirmó que “la diferencia es el equilibrio fiscal, que Martínez de Hoz no tenía. El sostenimiento de la ‘tablita’, particularmente en los últimos momentos, tuvo que ver con aumentos de tasas de interés, pérdidas de reservas y no es el momento actual”.

“De cualquier manera, tiene fenómenos reales que se parecen, particularmente en el tema de los costos de producción del producto en dólares. Lo vengo diciendo hace increíble cantidad de meses. Hoy la importación tiene mejores abogados que la producción local y me preocupa”, agregó el econimista en declaraciones a Radio con Vos.

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De Pablo sostuvo que el Gobierno debería sincronizar la labor de apertura de las importaciones que lleva adelante el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, con la producción local.

“Yo no habría empezado por bajar la alicueta del impuesto PAIS y buscaría algún tipo de sustituto, ahora que termina. Habría empezado por bajar la alicuota de impuestos débitos y créditos bancarios”, comentó el reconocido economista.

Además, De Pablo definió que se podría estar atravesando un período “que en la literatura económica se domina ‘la enfermedad de la grandeza’. Es decir, una apreciación fenomenal del tipo cambio que tiene implicancia en términos de estructura productiva, social y económica fenomenal”.

Relación con Brasil

Con respecto a la relación con la reciente devaluación del real en Brasil, el principal socio comercial de la Argentina, el economista advirtió que “es para nosotros un problema real que afecta básicamente a todo lo que es el intercambio internacional, tanto mercadería como de servicio, pero no tenés una acción directa donde vos podés mover el tipo de cambio a piacere”.

“Cuando un vecino del tamaño de Brasil se manda una devaluación, no por diseño, sino por fracaso de algún pedazo de la política (no conozco los detalles), los vecinos tienen un problema”, añadió.