Irán condenó el ataque de EEUU a un centro de migrantes de Yemen: "Es un crimen de guerra"
Ocurrió en la ciudad norteña de Sadah, considerada un bastión de los rebeldes hutíes. El ataque aéreo que provocó la muerte de 68 personas. (IMÁGENES SENSIBLES).
Irán condenó este lunes un ataque aéreo a Yemen atribuido a Estados Unidos que alcanzó un centro de detención de migrantes en la ciudad norteña de Sadah, un importante bastión de los rebeldes hutíes que tanto Estados Unidos como Israel consideran un "proxy" iraní en la región. Según fuentes locales, 68 personas murieron y al menos 47 resultaron heridas en el ataque, que tuvo como objetivo un centro que albergaba a migrantes africanos en situación irregular.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Esmail Baghai, calificó el ataque de "crimen de guerra" y expresó su enérgica condena por los bombardeos, que afectaron objetivos civiles, infraestructuras vitales y viviendas en diversas regiones de Yemen. El funcionario denunció que las agresiones contra civiles y las instalaciones humanitarias en el país árabe violan las normas internacionales y constituyen una violación flagrante del derecho internacional humanitario.
El ataque al centro de migrantes fue condenado por la ONU.
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De acuerdo con la defensa civil de Yemen, citada por el canal de televisión Al Masirah, 68 migrantes africanos murieron y 47 resultaron heridos en el ataque estadounidense que destruyó un centro de detención en la ciudad de Sadah.
Según el informe, el centro albergaba en el momento del ataque a un total de 115 migrantes indocumentados, detenidos de manera irregular. Las autoridades locales informaron que equipo de rescate acudió a la zona para intentar salvar a las víctimas atrapadas bajo los escombros, donde se vieron cadáveres que, junto a los esfuerzos de los rescatistas, fueron ampliamente difundidos en medios locales.
El ataque se produjo en un contexto de creciente tensión en Yemen, donde el ejército estadounidense lleva meses atacando posiciones de los hutíes, un grupo paramilitar aliado a Teherán y enfrentado a Israel, el máximo aliado de Washington en Medio Oriente.
Desde principios de 2025, las fuerzas estadounidenses intensificaron su ofensiva contra los rebeldes hutíes en un intento por frenar los ataques con misiles y drones lanzados por este grupo contra Israel y contra barcos comerciales que atraviesan el Mar Rojo, afectando las rutas de comercio mundial. En este contexto, las autoridades estadounidenses justificaron sus operaciones como parte de un esfuerzo para proteger la navegación internacional y mantener la seguridad en la región.
A pesar de los ataques, los rebeldes hutíes, que controlan partes de Yemen y mantienen un frente de guerra contra la coalición liderada por Arabia Saudita que respalda al gobierno yemení reconocido en 2015, continuaron reivindicando ataques contra buques estadounidenses e Israel.
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En el marco de la operación "Rough Rider", iniciada oficialmente el 15 de marzo de 2025, Estados Unidos ha aumentado la intensidad de los ataques contra los hutíes, que son apoyados por Irán en el conflicto yemení. Según informó el gobierno de Donald Trump, el ejército de ese país atacó más de 800 objetivos en Yemen desde mediados de marzo, matando a cientos de combatientes rebeldes hutíes, incluidos miembros de la cúpula del grupo.
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En el caso del bombardeo al centro de migrantes en Sadah, las autoridades hutíes indicaron que fue llevado a cabo por aviones de combate de la coalición liderada por Estados Unidos. En tanto, acusaron directamente a Washington de ser responsable de este ataque, pese a que aún no fue confirmado oficialmente por el país norteamericano.
El canal Al Masirah, vinculado a los hutíes, también informó que el centro de detención de migrantes, situado en el bastión de los rebeldes en Sadah, fue bombardeado en un ataque aéreo que provocó la muerte de 68 personas. El canal, que mostró imágenes de los escombros y cuerpos atrapados, emitió un llamado urgente a la comunidad internacional, pidiendo justicia por las víctimas y solicitando el fin de las hostilidades en Yemen.
La ONU, por su parte, expresó su profunda preocupación ante los informes de lo ocurrido. El portavoz de la organización internacional, Stéphane Dujarric, confirmó que la ONU había recibido información sobre el ataque al centro de detención en Sadah y, citando fuentes locales, señaló que los informes preliminares indicaban que al menos 68 migrantes murieron y 48 más resultaron heridos. Sin embargo, Dujarric advirtió que el número de víctimas podría aumentar en las próximas horas, dado el estado de los heridos y la gravedad de los daños.
Este ataque ocurre en un contexto complejo de guerra en Yemen, donde el conflicto armado entre los rebeldes hutíes y las fuerzas de la coalición liderada por Arabia Saudita sigue sin resolución desde su inicio en 2014. Mientras tanto, el impacto humanitario de la guerra sigue creciendo, afectando principalmente a la población civil, incluidas miles de personas que, como los migrantes africanos, se encuentran atrapadas en medio del conflicto, sin acceso a protección adecuada.
El gobierno de Estados Unidos, por su parte, no hizo comentarios sobre el ataque en Yemen ni sobre las acusaciones de los hutíes, aunque en ocasiones anteriores defendieron sus operaciones militares en la región como necesarias para "proteger las rutas comerciales internacionales" y "combatir las amenazas a la seguridad global".