Daniel Noboa se reunirá con Milei y Lula para fortalecer alianzas ante la crisis en Ecuador
El presidente ecuatoriano emprenderá su segunda gira internacional a mediados de agosto en medio del auge del crimen organizado, récord de desplazamientos y el correísmo siguiéndole los pasos.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, se reunirá con Javier Milei a mediados de agosto en el marco de su segunda gira internacional. Si bien mantiene una afinidad en cierto punto ideológica con su par argentino, el mandatario ecuatoriano no escatima apoyos en su cruzada contra la crisis de seguridad en su país, atravesada por la violencia y desplazamientos masivos relacionados al narcotráfico. Por tal motivo, antes de desembarcar en Casa Rosada pasará por el Palacio del Planalto, donde lo recibirá el brasileño Lula da Silva y principal detractor del eje conservador/reaccionario regional que une Washington y Buenos Aires, con escala en Quito y Asunción.
La segunda gira internacional de Noboa marca su grado de pragmatismo. Comenzará el 18 de julio en Brasilia, donde se reunirá con el mandatario brasileño antes de dirigirse a Montevideo para hacer lo propio con otro de los referentes del progresismo en la región: el presidente uruguayo Yamandú Orsi. El miércoles 20 por la noche cruzará el Río de la Plata para reunirse con Milei, con empresarios y miembros de la comunidad ecuatoriana, sumado a una exposición en la Cámara de Diputados.
"El objetivo es el fortalecimiento de la cooperación en sectores estratégicos como la seguridad, comercio, minería, energía renovable", indicó la vocera de la presidencia de Ecuador, Carolina Jaramillo.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa en la asunción presidencial del Javier Milei.
Milei y Noboa se encontraron durante la asunción presidencial del primero, en diciembre de 2023, y en la ceremonia que organizó Donald Trump tras ganar la presidencia en noviembre pasado, escoltado por el tercer invitado estrella del mandatario republicano, el salvadoreño Nayib Bukele. Los tres referentes del espectro político conservador en la región, autodefinidos "outsiders", coincidieron no solo con el alineamiento ideológico con Washington sino con un discurso de mano dura en materia de seguridad interna. El ecuatoriano además reforzó su imagen con la retórica contra la "vieja política", en una reversión del concepto de "casta política" mileísta.
En 2023 Noboa tomó las riendas de un Ecuador sumergido en una profunda crisis económica, política y social. El punto de máxima tensión luego de que el expresidente Guillermo Lasso dictara la "muerte cruzada". disolviera la Asamblea Nacional y convocara a elecciones para finalizar el período restante. Hijo de un poderoso empresario que quiso ser presidente invocando la biblia y poniéndose de rodillas en centros de votación, Noboa ganó las elecciones de 2025 ante la correísta Luisa González con un discurso "anti mafia".
Las claves del segundo mandato de Noboa y la relación de Milei
Así, con 36 años se convirtió en el presidente electo más joven de la historia del país. Su segundo mandato comenzó con su promesa de "salvar" al país del espiral de violencia ligada al crimen organizado que tuvo, como puntos álgidos, el magnicidio de Fernando Villavicencio y el crecimiento exponencial de la población desplazada por motivos de conflicto armado. A tal nivel que según datos del Consejo Noruego para los Refugiados, en 2024 registró 101.000 desplazados por violencia y conflictos en 2024, una cifra que escaló a Ecuador al podio regional, superado solo por Haití, Venezuela y Colombia.
Otro dato relativo al pragmatismo en política exterior del mandatario ecuatoriano es que su primera gira internacional como presidente electo tuvo como punto de partida China, donde se reunió con Xi Jinping, constituyendo un gesto de cercanía que lo diferenció del mandato ideológico pro-Trump de creciente popularidad en la región. El equilibrio, en tanto, obedeció a la ratificación del acuerdo comercial bilateral en busca de apoyo financiero de cara a las negociaciones de Quito con el Fondo Monetario Internacional, y la promesa de inversiones en el sector energético.
Durante su campaña, Noboa adelantó otro de los ejes de su programa: establecer una consulta popular para implantar un sistema de jurados para casos de corrupción, bajo la sombra del exiliado expresidente Rafael Correa, quien insiste en ser víctima de persecución judicial por motivos políticos (lawfare). En relación al otro foco de su gestión -la pelea contra el crimen organizado, el narcotráfico y otros derivados- propuso la militarización de fronteras y el traslado de los presos más violentos a barcos-cárceles.
La mano dura, en tanto, es uno de los puntos que unen a Noboa, considerado una figura de la centro derecha moderada, con el radical presidente argentino, con quien mantiene una buena relación. Incluso a pesar del ruido que provocó la frase que dejó en una entrevista con The New Yorker, donde criticó no solo a Milei sino a Bukele por sus aires "arrogantes".
"No sé por qué se cree tan grande. No ha logrado nada desde que asumió la presidencia. Parece un engreído, lo cual es muy argentino, la verdad", dijo Noboa sobre Milei en diálogo con el periodista Jon Lee Anderson; mientras que sobre el presidente salvadoreño aclaró: "El tipo es arrogante y solo quiere controlar el poder para sí mismo y enriquecer a su familia". Había un puñado de familias que eran dueñas de todo en El Salvador, dijo, "y ahora están los Bukele".
Ahora, Noboa tiene el desafío de tejer alianzas internacionales para sostener su política interna en un contexto convulso, marcado por las protestas contra los jueces de la Corte Suprema, auspiciadas por él mismo, por lo que fue acusado de "autoritarismo" mientras que la oposición correísta e indigenista le sigue los pasos.