Only Fans: el "Rappi" de la prostitución digital
Crece entre mujeres jóvenes la venta de contenido sexual como estrategia de supervivencia económica. Gran parte de la demanda proviene de varones jóvenes que prefieren la interacción mediada por pantalla, controlada y sin riesgo de rechazo.
Luego del triple femicidio de Florencio Varela, además de evidenciarse el avance del narcotráfico y la persistencia de la violencia machista, quedó expuesta otra problemática: el crecimiento de la prostitución y otros servicios eróticos vinculados a aplicaciones. Una de las jóvenes asesinadas había declarado en un móvil televisivo que coordinaba encuentros sexuales con clientes a través de “una página” y, a la vez, expresaba su deseo de dejar la prostitución, aunque no podía hacerlo.
Estas “páginas” son aplicaciones como OnlyFans, Fansly y otras. Mientras en barrios populares los jóvenes se convierten en soldaditos de narcos, entre mujeres jóvenes de clase trabajadora y media en centros urbanos crece la opción de vender contenido erótico y, en algunos casos, encuentros sexuales a través de estas apps.
La tendencia es global. OnlyFans se ha consolidado como una de las plataformas más populares: a nivel mundial cuenta con más de 4,6 millones de creadoras de contenido, y en 2024 los usuarios gastaron 7,2 mil millones de dólares en suscripciones y contenido adicional. El modelo funciona como un “Rappi del sexo digital”: se sube contenido, se espera a los clientes y se cobra. La plataforma retiene el 20% de lo generado y la creadora recibe el 80%.
Otras aplicaciones permiten servicios similares. Algunas ofrecen contenido personalizado, mientras que plataformas como Flirtback y Mi Novia Virtual brindan experiencias interactivas donde los usuarios contratan compañía emocional virtual.
Las ganancias de chicas argentinas en estas apps son muy variables.Diferentes notas señalan un promedio cercano a 180 dólares mensuales. La variabilidad depende de la promoción, la constancia, la calidad del contenido y el número de suscriptores.
En diálogo con Perfil, una mujer de 34 años que se definió como “trabajadora sexual digital”, contó: “Y puedo generar un poco más de 200 dólares por semana. Pero hay chicas que llegan mucho más lejos: algunas se hicieron la casa o se compraron un auto. Conozco pibas que están ganando 5000 o 6000 dólares semanales, aunque no es lo común, son pocas. Todo depende mucho del algoritmo de la app. A veces te favorece y explotas, y otras veces no te acompaña para nada. Hay chicas que tienen un algoritmo de lujo”.
Tanto esta persona como los otros testimonios en notas de internet, señalan que gran parte de la diferencia de los ingresos se explica por la dedicación en cantidad de horas y profesionalización de los perfiles. Es decir, esto va desde las chicas que lo toman como su principal ingreso a quienes lo utilizan como un complemento.
Libertad, cuerpo y mercado: hablemos de prostitución
Aunque algunas usuarias declaran hacerlo por decisión personal y no por necesidad económica, la tendencia general muestra un aumento del uso de estas apps conforme descienden las condiciones de vida.
Entre 2019 y 2021, el número de creadores de OnlyFans pasó de 450.000 a 1,5 millones, un crecimiento de más del 300 % durante la pandemia. The Guardian relaciona esta expansión con la falta de empleo derivada de la caída económica y las medidas de aislamiento. Personas que trabajaban en gastronomía, hotelería u otros sectores comenzaron a usar estas apps para complementar ingresos o convertirlas en actividad principal.
Mientras el consumo de contenido erótico digital crece, la vida sexual presencial de los jóvenes atraviesa un declive documentado en varios países, incluida Argentina. Jean Twenge, psicóloga de la Universidad de San Diego, indica que uno de cada cuatro estadounidenses de 18 a 29 años no ha tenido relaciones sexuales en el último año. En Francia, el 25 % de los jóvenes de ese rango etario tampoco tuvo sexo en 12 meses. El British Medical Journal señala que solo cuatro de cada diez británicos de 16 a 44 años tienen sexo semanalmente, y en Japón el 43 % de los jóvenes de 18 a 34 años es virgen. En Argentina, la sexóloga Cecilia Ce afirma que “hay menos sexo y más soledad”.
Estos cambios se explican por factores como la dificultad para independizarse, el aumento de horas de trabajo y el estrés. La falta de autonomía económica impacta en la autoestima y en las habilidades sociales, especialmente en los principales consumidores de estas apps: hombres jóvenes que buscan compañía emocional digital. El portal Rest of World indica que gran parte de la demanda proviene de varones jóvenes que prefieren la interacción mediada por pantalla, controlada y sin riesgo de rechazo.
El cruce entre el descenso del sexo presencial y el aumento del sexo digital sugiere que, conforme los jóvenes se retraen, el contenido erótico digital funciona como sustituto emocional, narcisista o masturbatorio: sexo sin contacto físico pero con ilusión de intimidad. Frente a la presión económica, algunas usuarias pueden pasar del contenido digital a encuentros presenciales.
Angela Jones, socióloga estadounidense, afirma que plataformas como OnlyFans “no eliminan la prostitución, sino que la desplazan o la filtran”. En Argentina, la psicóloga Mónica Santino advierte que “la frontera entre erotismo digital y prostitución directa se vuelve borrosa cuando la necesidad económica aprieta”, y que hay mujeres jóvenes que comienzan como creadoras de contenido y terminan estableciendo vínculos de dependencia con clientes.
Actualmente, las apps no ofrecen ninguna protección a las creadoras, quienes están expuestas a riesgos diversos. Estas plataformas no están reguladas por el Estado y dependen de empresas extranjeras, explotando la prostitución digital de mujeres argentinas sin control alguno.