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El transporte en el agro: desafíos que van más allá del combustible

El transporte del agro es fundamental en Argentina y enfrenta un complejo panorama tanto de costos como de logística. Tres claves para abordar un asunto primordial.

El transporte del agro, un asunto que debería ser causa nacional. Foto: Cedoc

La logística del campo vive una situación crítica que es noticia a nivel nacional. El peor momento fue hace poco más de un mes, a fines de junio, cuando 23 distritos registraron problemas de faltante y la excepción fue Tierra del Fuego, según un relevamiento que elaboró la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC). Aunque esta coyuntura no es para nada positiva, puede servir para hacer público algo que muchas veces está en las sombras: el transporte del agro es fundamental para la Argentina

Cuando se habla de los productores y los exportadores, muchas veces no se tienen en cuenta los procesos intermedios; como si la cosecha se trasladara automáticamente a los puertos. Con un sistema ferroviario limitado, garantizar el correcto transporte por ruta debería ser una causa nacional. Desde lo macro, con cuestiones básicas como la disponibilidad de combustible hasta otras más de largo plazo, como el estado de los caminos, los controles de la documentación o la conectividad en las rutas, por mencionar solo algunos temas fundamentales.  

La reacción del campo al primer discurso de Massa

En materia económica, una serie de factores diferentes hace que el costo por cada camión que transporta granos pueda ser hasta un 73% más caro que en Brasil y un 53% que en Estados Unidos. Para hacer la comparación, la Bolsa de Comercio de Rosario simuló viajes de aproximadamente 320 kilómetros hacia los puertos en los tres países. El costo de dólares por kilómetro en Argentina fue de 0,092; en Brasil, de 0,053 y en Estados Unidos, 0,060.

Tres posibles soluciones para un problema complejo

En ese sentido, una mayor sinergia podría abaratar costos. Por ejemplo, al unificar la cosecha de varios productores de una misma zona, al levantar más carga de camino al destino o hasta, incluso, que los camiones en el tramo de vuelta también estén cargados.

Reducir la capacidad ociosa será un ahorro económico y también ambiental. En un contexto en el que Argentina en seis meses ya consume más recursos naturales de los que puede producir en un año -según un informe de la consultora Global Footprint Network-, el compromiso del sector logístico agropecuario con el cuidado de nuestro planeta es un desafío por encarar.

El campo también apuesta a la transformación digital

La tecnología es una herramienta vital, que también puede funcionar para resolver otras cuestiones. Por ejemplo, la falta de datos. A la hora de buscar que los procesos sean más eficientes es fundamental conocer el mapa de los traslados, los flujos, las rutas más repetidas, la disponibilidad de camiones, por mencionar solo algunos ejemplos. ¿Y si hubiera una base de datos abierta para todos?

Con más de cinco mil kilómetros de punta a punta, productores a lo ancho del país y camiones de diversas características, el aspecto común que tienen todos estos desafíos es la necesidad de tener una visión global, que aborde diferentes intereses y que ponga a la logística del agro en el lugar prioritario que merece. En un país donde 7 de cada 10 dólares que ingresan vienen de la agroindustria, según la Fundación FADA, siempre es un buen momento para mejorar la cadena de producción.

La coyuntura puede ser una puerta para pensar propuestas superadoras y empezar a encarar los próximos desafíos.

"Por Juan José Debuchy, ingeniero agrónomo y CEO de Humber.