Gisèle Pelicot vuelve a tribunales: enfrenta al único de los 51 condenados que niega haberla violado
En diciembre de 2024, la Justicia francesa condenó a más de 50 hombres por haber abusado de ella luego de que su ex marido, Dominique Pelicot, la drogara con somníferos. El Tribunal de Nimes reabrió el caso de Husamettin Dogan, el único que mantuvo su apelación.
A más de diez meses de haber logrado la condena de su ex esposo y decenas de hombres por drogarla y violarla durante casi una década, Gisèle Pelicot regresó este lunes a los tribunales de Francia. La mujer, de 72 años, símbolo de la lucha contra la violencia sexual, volvió para enfrentar a uno de los 51 condenados que apeló a la sentencia, asegurando que “nunca” quiso violarla.
El juicio se desarrolla en Nîmes, en el sur francés, en medio de una fuerte expectativa mediática. Más de un centenar de periodistas de todo el mundo fueron acreditados y grupos de mujeres se concentraron frente al palacio de justicia con pancartas que decían “Basta de violaciones” para respaldar a Pelicot, quien llegó vestida con una chaqueta rosa y acompañada por Florian Pelicot, uno de sus hijos.
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Husamettin Dogan, de 44 años, había sido condenado en diciembre a nueve años de prisión, pero ahora se enfrenta a una nueva pena de hasta 20 años. Se trata del único de los 51 hombres que recibieron entre 3 y 15 años de prisión por haber violado a la víctima, entre los que se encuentra el ex marido de Gisèle, Dominique Pelicot.
“Estoy aquí porque nunca quise violar a esta dama a quien respeto. Tengo todo el respeto por ella”, expresó Dogan durante una de las audiencias, rechazando las acusaciones y la pena que se dictó en su contra. Alegando problemas de salud, también culpó a Dominique por presuntamente haberlo "manipulado" al decirle que su esposa consentía los actos sexuales y "que fingiría estar dormida".
Gisèle Pelicot en su llegada a los tirbunales de Nimes.
Los hechos por los que se juzgan al único hombre que apeló a la sentencia habrían ocurrido el 28 de junio de 2019, en el domicilio del matrimonio Pelicot en Mazan. Según la investigación, Dominique drogaba a su entonces esposa con somníferos y la violaba junto a desconocidos, a quienes contactaba por internet.
En diciembre del año pasado -tras un proceso que duró cuatro meses-, los jueces determinaron que la víctima fue atacada en múltiples ocasiones entre 2011 y 2020. El ex esposo de la víctima fue condenado a 20 años de prisión, junto con otros 50 hombres que recibieron penas de entre 3 y 15 años.
Aunque inicialmente 17 de ellos apelaron, solo Dogan mantuvo su recurso y comparecerá ahora en solitario, lo que convierte este nuevo debate oral en una suerte de epílogo judicial para el caso.
Caso Pelicot: El abogado del acusado dice que fue "engañado"
El propio ex marido de la denunciante declarará como testigo. “Soy un violador, y todos los hombres de esta sala también lo son”, había reconocido durante el primer juicio, una declaración que su abogada, Béatrice Zavarro, dijo que mantendrá.
El representante legal de Gisèle, Antoine Camus, explicó que su clienta decidió asistir a los tribunales de Nimes para lograr “pasar página definitivamente”, aunque admitió que “habría preferido quedarse donde está para concentrarse en su nueva vida”. En esa línea, dijo que no entiende la negación de los acusados, más aún cuando existen videos sobre los hechos.
"Ella necesita que la Justicia le diga: 'Todas las violaciones que hemos visto, sí, son realmente violaciones'", agregó.
Por otro lado, el abogado de Dogan sostiene que su cliente fue “engañado” por Dominique Pelicot, definido por la prensa local como "el peor depredador de la historia francesa". Por este motivo, comentó que "apela porque mantiene que nunca tuvo intención de violar a nadie. Su verdadero adversario no es Gisèle, sino el hombre que era su esposo”, añadió.
El imputado relató que en diciembre de 2019 conoció al hombre mediante conversaciones en una plataforma de Intermet, que se presentó como miembro de una “pareja libertina” cuya esposa supuestamente “simulaba dormir” en las relaciones sexuales. Esa misma noche acudió a la casa y abusó de la víctima, afirmando que se dio cuenta más tarde de que algo estaba mal al "escucharla roncar".
Durante el primer juicio, Pelicot renunció a que el proceso fuera a puerta cerrada y preservando su identidad. Lo hizo, según sus palabras, para que “la vergüenza cambie de bando”, lo que generó que su decisión la convirtiera en un ícono contra la violencia de género y el abuso sexual. Este nuevo juicio no solo busca cerrar un capítulo judicial, sino que también reabrió el debate público en Francia.
FP