Haciendo humo

¿Se fuma menos con cigarrillo electrónico y narguile?

Para algunos, sirven para dejar de fumar; para otros, son peores que el tabaco convencional y vuelven adictos a los jóvenes. En esta nota, toda la verdad.

Fumar en cigarrillos electrónicos y narguile Foto: Agencia Shutterstock

Ya sabemos que fumar es perjudicial para la salud, pero ¿qué pasa si probamos con cigarrillos electrónicos? 

“Cuando fumamos, varias toxinas –entre ellas los radicales libres- dañan la pared interna de las arterias. Cuando eso sucede, varios lípidos entre ellos el colesterol- pueden penetrar las arterias y acelerar masivamente el proceso de arteriosclerosis”, explica a la Deutsche Welle el Dr. Stefan Waller, cardiólogo e internista alemán.

“Como todos sabemos, eso causa infartos y ACVs. Si una persona es fumadora desde hace años, el cigarrillo electrónico podría ser una ayuda para dejar el cigarrillo convencional. Pero tendría que ser una solución temporaria, no definitiva, ya que éstos tampoco son saludables. A algunos pacientes les provocan daños pulmonares graves e incluso mortales”, resume el conocido médico berlinés.

¿Y si se prueba con narguile? “Peor! Porque a pesar de que huele bien y tiene sabores, se inhala mucho más humo; fumar shisha puede ser incluso más peligroso que fumar tabaco ’normal’. No es una alternativa saludable”, refuta el Dr. Waller. ¿No era que el agua del narguile filtraba las sustancias nocivas? “No -niega nuevamente el Dr. Waller-, muchas sustancias son solubles en agua, pero otras como la nicotina, el benceno y el alquitrán ingresan a los pulmones sin ser filtradas y son absorbidas por nuestrss pulmones", explica.

Hace unos meses, Jennifer Layden, miembro del Depto de Salud Pública de Illinois, reportó 22 casos de pacientes con problemas respiratorios y todos habían coincidido en el uso de cigarrillos electrónicos. La principal causa de muerte en EEUU es por tabaco (480.000 personas por año) y, pese a que el consumo descendió a un mínimo histórico, aumentó a la par el consumo de “vapeo” –como se denomina vulgarmente a las otras alternativas-, sobre todo entre los jóvenes. 


Los cigarrillos electrónicos son una industria millonaria. El año pasado, el Presidente Trump elevó a 21 años la edad para comprarlos y en enero los prohibió parcialmente en EE.UU

Trump dejó afuera de la interdicción a los cigarrillos electrónicos con sabor a menta o tabaco,por la presión de Asociación de EEUU para el Uso del Cigarrillo Electrónico.

“Los cigarrillos electrónicos son conocidos por muchos nombres diferentes, incluyendo e-cigs, sistemas electrónicos diseñados para suministrar nicotina (ENDS), sistemas alternativos para suministrar nicotina (ANDS), e-hookahs, mods, cigarrillos electrónicos tipo bolígrafo, vaporizadores, dispositivos de vapeo y sistemas de tanques. JUUL es una marca popular de cigarrillo electrónico. Están disponibles en muchas formas y tamaños. Los cigarrillos electrónicos pueden lucir como cigarrillos, cigarros (puros), pipas, bolígrafos, dispositivos de memoria USB o en otras presentaciones”, aclara la Asociación Americana contra el Cáncer

Los adolescentes consumen JUUL, uno de los que más nicotina tienen. Son pequeños y se ocultan en la mano; los chicos los fuman en el baño del colegio porque no hacen mucho vapor ni dejan olor.

“Algunos informes indican que los niños se han vuelto físicamente dependientes de la nicotina mediante el uso de estos productos”, sentencia ACA. El organismo avocado al estudio del cáncer, sostiene que "aunque los envoltorios lo nieguen, todos los cigarrillos electrónicos tienen nicotina". Más aún, también contienen propilenglicol y/o glicerina vegetal, sustancias que se utilizan en las máquinas de humo de los teatros, para fabricar niebla escénica.

En 2012, la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Adultos (GATS) demostró que en Argentina, el consumo había disminuido enormemente (el 22,8% de los adultos mayores eran fumadores, contra 40% en 1999). De todos modos, son 6,1 millones de personas. El Ministerio de Salud de la Nación informa que en nuestro país mueren 40.000 personas por año a causa del tabaquismo. “Los cigarrillos electrónicos no son inofensivos. Emiten aerosol y no vapor de agua. Se desaconseja el uso de cigarrillo electrónico, tanto en espacios abiertos como cerrados, ya que la evidencia científica muestra que liberan sustancias tóxicas al medio ambiente y afectan a otras personas.

"La nicotina es poderosamente adictiva, tóxica para los fetos en desarrollo y puede afectar el desarrollo cerebral entre los 20 y 25 años”, informa el Ministerio de Salud de la Nación

La venta de cigarrillos electrónicos está prohibida en Argentina desde 2011 (ANMAT disposición 3226/2011). Para dejar de fumar, el Ministerio de Salud de la Nación recomienda seguir un tratamiento con un profesional médico. Hay una línea de asistencia gratuita: 0800-999-3040. “Lo más sano para los pulmones es poder respirar aire limpio y puro”, prescribe el Dr. Waller.

MM / DS