La otra cara de Carlos Saura: se exponen pinturas, dibujos, textos y fotografías
A partir de una novela escrita por Carlos Saura e inspirada en un libro al que faltaba una hoja, el cineasta español realizó una serie de pinturas que se exponen al público por primera vez en Buenos Aires.
El fotosaurio realizado sobre un grabado de Goya en su lecho de muerte. |
CEDOC
El espacio expositivo ArtexArte de la Fundación Alfonso y Luz Castillo presenta la muestra Carlos Saura, Imágenes & Ausencias, con la curaduría del catedrático de la Universidad de Alcalá, Antonio Fernández Ferrer, que reúne pinturas y dibujos realizados por el cineasta a partir de su última novela Ausencias.
La historia nació a partir de un hecho aparentemente banal: un libro sobre fotografías dedicado a Diane Arbus que al llegar a manos de Saura dejaba ver el rastro de una hoja que había sido arrancada.
"Estuve a punto de devolver el libro, muy cabreado", dijo alguna vez el cineasta a Fernández Ferrer. "Luego me dije que no, que, sin duda, era un defecto de fábrica".
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Tras leer el primer borrador de la novela, Fernández Ferrer sugirió a Saura que podría realizar una serie de ilustraciones de las cámaras fotográficas más significativas que se mencionan en la novela -y que también son fundamentales en la historia de la fotografía- para acompañar la edición del libro, ya que durante todo el relato adquieren casi un estatus de personajes.
Personajes y situaciones de la novela Ausencias, ilustradas por Carlos Saura.
Al ver el resultado, el catedrático redobló la apuesta y propuso a Saura que hiciera unos dibujos a color para imprimir láminas a partir de fragmentos escogidos con frases recortadas del texto de su novela.
El fruto de este trabajo es un conjunto de láminas que forman parte de una edición de 200 ejemplares que se ofrecen en un estuche, expuestas en esta muestra que se presenta por primera vez, incluso antes que en España.
Así, la paleta de Saura da forma a los personajes y objetos que antes habían surgido de su pluma.
El protagonista de la novela, Mario, es un fotógrafo.
Puede verse, entonces, la manera en que el cineasta ha imaginado a Mario -el personaje principal-, una ninfómana, o a los pacientes de un hospital psiquiátrico, entre muchos otros.
Las situaciones que dan ambiente a la historia también están plasmadas, como una vista de un parque de la residencia, del mismo modo que vehículos, sillones, una lámpara y otros elementos que tienen presencia a través de las páginas.
Las láminas acompañan una edición limitada de la novela.
En tanto, lo que dio en llamar "fotosaurios" consiste en una serie de fotografías intervenidas que construyen obras sobre la ausencia o presencia de la imagen original.
Por su parte, las reinterpretaciones de las obras originales de Francisco de Goya que realiza Saura se destacan y adquieren valor en sí mismas, como su versión de Saturno devorando a su hijo o las tres variaciones sobre el grabado ¿Dónde va mamá?
Tres variaciones sobre un grabado de Goya.
Goya también está presente en el fotosaurio que se inspira en un grabado sobre el lecho de muerte del pintor español, al que Saura le agrega un brazo en actitud de señalar.
La muestra se completa con una serie de videos y fotografías relacionados con la historia cinematográfica del director y las referencias a otros escritores, películas o artistas plásticos que se mencionan a lo largo de la novela Ausencias.
PERFIL.COM consultó sobre los diversos aspectos creativos de Saura a Fernández Ferrer, responsable de la exposición en ArtexArte.
Ninfómana
"La gente te conoce como cineasta y luego cree que sólo haces eso, ¿verdad?", dice el catedrático español sobre las distintas facetas creativas del director.
"Antes de Ausencias, Carlos Saura tenía publicadas ya tres novelas, también llevó a cabo muchas exposiciones de fotografía, es un artista muy completo".
A sus 87 años, Saura lleva realizadas más de 40 películas y aún sigue dirigiendo. Actualmente se encuentra en México abocado a la realización de un film en el que la música del país de América es protagonista.
La fotografía es una de las pasiones de Carlos Saura.
Ante una producción tan vasta y diversa, podría resultar difícil para alguien que no ha visto alguna de sus películas escoger una obra a partir de la cual conocer al cineasta. Por ello es que PERFIL.COM pidió a Fernández Ferrer una recomendación para ello.
"Empiezas, por ejemplo, con 'La caza', una película muy clásica, y luego puedes seguir con 'Cría cuervos', que es otra época distinta. Luego 'Goya en Burdeos', que es otra de las grandes películas. Y las musicales, que es también todo un género especial, y 'Bodas de Sangre', que es la obra de teatro de García Lorca, o 'Tango', que es una historia hecha adrede para que no sea muy compleja, como un musical ¿no?, que es un poco lo que está haciendo ahora con la música mexicana. Y también se puede ver la que ha filmado aquí, 'Zonda', con folklore argentino del norte, que a él le apasiona".
La exposición abarca los tres pisos del espacio expositivo de la Fundación Alfonso y Luz Castillo.
Saura y Buenos Aires
Carlos Saura ha reconocido tener una conexión especial con Buenos Aires, donde ha estado varias veces en razón de su trabajo. Así recordaba sus dos primeras visitas.
"La primera vez que estuve en Buenos Aires fue para hacer mi película El Sur, basada en un relato de Borges. Encontré una ciudad deprimida que se había quedado en los años treinta. Las calles, el metro, los medios de locomoción, las librerías, los puestos callejeros... todo parecía perdido en el tiempo. Esa sensación se apreciaba todavía más en San Telmo, con sus calles adoquinadas y sus puestos domingueros. Entonces andaba yo preocupado por encontrar música argentina, especialmente tangos y milongas. Siempre, desde adolescente, he sentido una especial admiración por los ritmos de la música argentina: tangos, milongas, chacareras, zambas... Cuando era niño escuchaba a Carlos Gardel mientras mi padre se afeitaba; nunca tuvo muy buen oído, pero las letras de sus tangos me han acompañado hasta ahora. Entonces no era fácil encontrar el material musical que andaba buscando, me decían que el tango estaba proscrito porque lo utilizaban los torturadores para apagar los gritos de los detenidos. Me sorprendió que fuera Borges casi un desconocido, no se lo quería porque se había ido para morir a Suiza olvidando a su país".
"Años más tarde cuando permanecí meses en Buenos Aires para hacer mi película Tango, todo había cambiado: la ciudad se había modernizado y se reconocía a Borges. Aquí debo decir que siempre me he sentido en Buenos Aires como en casa. Ahora había en la ciudad una mayor vitalidad y el tango y las milongas habían recuperado el interés de los ciudadanos. Mi mayor sorpresa fue entonces conocer mejor la riqueza musical de Argentina y el talento de sus artistas. Fue Tango una de las mejores experiencias de mi vida y nunca agradeceré lo suficiente a todos los que participaron con su talento y generosidad". (Texto extraído del catálogo de la muestra Carlos Saura, Imágenes & Ausencias que se expone en ArtexArte).
La muestra puede visitarse en ArtexArte, de la Fundación Alfonso y Luz Castillo, Lavalleja 1062, en el barrio porteño de Villa Crespo, de martes a viernes de 13.30 a 20.00 y los sábados de 15.00 a 19.00.
