El Museo Nacional de Bellas Artes presenta a partir del 21 de agosto la muestra "Julio Le Parc. Transición Buenos Aires - París (1955-1959)" que reúne un conjunto de obras tempranas del artista argentino con la curaduría de la director artística del Museo, Mariana Marchesi.
La exposición forma parte del homenaje a Julio Le Parc que se lleva a cabo en la Argentina y está integrada por alrededor de cien pinturas, dibujos, acuarelas y grabados realizados entre 1955 y 1959.
El hijo del artista, Yamil Le Parc, quien acompañó a su padre en la inauguración y está a cargo de la organización y coordinación de los homenajes, destacó que se exhiben trabajos que estuvieron guardados durante más de cincuenta años en el Atelier Le Parc y entre ellos hay algunos que nunca habían sido expuestos.
Esta no es la primera exposición de Le Parc en el Bellas Artes. En el año 1964 se presentó la muestra "La inestabilidad" en la que el artista ya proponía uno de los grandes temas que abordó durante toda su trayectoria: la participación activa del espectador ante la obra.
Más de 35 años después, en diciembre de 2000, el Bellas Artes inauguró una retrospectiva llamada "Dialogando con la luz" en la que se exponían sus obras más emblemáticas.
La muestra actual se concentra en un período restringido que refleja la transición desde sus dibujos escolásticos y la figuración hacia el campo de la abstracción, las secuencias y la geometría que más tarde adquirirían protagonismo en su obra.
"La muestra está centrada en esos cinco años en los que Julio cambia totalmente el modo en que piensa su arte", señaló Mariana Marchesi durante la inauguración para la prensa, en la que estuvo presente PERFIL.COM.
"Se trató de mostrar el modo en que Julio, ya desde muy joven, cultiva todo el pensamiento que lo va a llevar hacia uno de los grandes conceptos que es clave en su arte, es decir, el rol del espectador y su vínculo con la obra".
La muestra, organizada en cuatro núcleos, empieza a partir de una selección de dibujos y pinturas hechos en su etapa de alumno de Bellas Artes.
"Cuando Julio era muy joven, 15 ó 16 años, viaja a Buenos Aires desde su Mendoza natal y se inscribe en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, donde encuentra un ambiente absolutamente dominado por los métodos más tradicionales y ortodoxos de la enseñanza" explica Marchesi.
"Mi mamá me anotó; tenía que llevar un tablero, una hoja de papel Ingres, chinches. El examen era saber dibujar un ornato con carbonilla, con claroscuros. Entonces empecé a hacer mi dibujo, y ahí me di cuenta: ¡eso era lo que quería hacer para toda la vida!"
Julio Le Parc
El primer núcleo refleja ese sistema de enseñanza que estaba basado en la práctica de la copia y el modelado, en tanto que el segundo marca sus primeras incursiones en la abstracción durante los últimos años de Le Parc en Buenos Aires, entre 1956 y 1958.
"Tras haber abandonado la escuela hacia fines de los 40 para acercarse a los movimientos de vanguardia que por entonces surgían en Buenos Aires, a mediados de los 50 vuelve a la academia, la Escuela Superior de Bellas Artes De la Cárcova, esta vez más maduro como artista. Ahí va a atravesar una de las manifestaciones y revueltas estudiantiles más importantes contra los métodos del aprendizaje del arte".
Marchesi señala que las reformas que se exigían en esas protestas estaban relacionadas con muchos de los cambios que se estaban dando en torno a los movimientos artísticos de la época, lo que trajo aparejado una fuerte experimentación sobre la forma.
Para ello se valió de la posibilidad de acceder al taller de grabado de la escuela, gracias a la autorización de uno de los profesores, donde junto a sus compañeros realizó una serie de monocopias que le permitieron llevar a cabo sus primeras experiencias abstractas y, en cierto modo, mover el límite de una disciplina tradicional.
El compromiso social y político acompañaría al artista durante toda su trayectoria.
"Durante esos días que llaman el Mayo Francés me había sumado a un taller junto con otros amigos para darle forma visual a los mensajes de protesta", expresó Le Parc durante la presentación de la muestra.
A raíz del cariz cada vez más combativo que tomaban los acontecimientos, fue obligado a abandonar París por una ordenanza que exigía que los extranjeros detenidos en manifestaciones fueran expulsados de Francia.
Años más tarde integró el Grupo Denuncia desde el cual llamaba la atención sobre las violaciones a los derechos humanos que tenían lugar bajo los regímenes dictatoriales de Sudamérica.
A partir de 1959 y ya instalado en Francia, Le Parc comenzó a explorar la abstracción de manera más directa y desde el Grupo de Investigación de Artes Visuales (GRAV, por sus siglas en francés) abordó una de las primeras premisas que establecía la idea de borrar la mano del autor de la obra y desligar la marca autoral de la producción.
Es entonces cuando surgió el interés por investigar conceptos como la serialidad o el movimiento y su incidencia en los mecanismos de percepción visual, así como la necesidad de asignar al espectador un rol activo frente a la obra.
Más adelante se sumaron sus experimentaciones con el color en las que procuraba explotar todas las combinaciones posibles en base a una paleta de catorce colores plenos y saturados que respetaba a rajatabla.
Completa la muestra la instalación lumínica "Inestabilidad. Proposición arquitectural", que formó parte de la exposición que el MNBA realizó en 1964 y pertenece al acervo del museo gracias a una donación del Instituto Di Tella.
Además se proyecta material audiovisual en el que el artista explica los mecanismos de funcionamiento de sus cajas lumínicas y cuáles fueron las inquietudes que lo llevaron a incorporar el movimiento en sus obras.
La muestra se inscribe dentro del homenaje nacional a Julio Le Parc del que también forma parte la exposición "Julio Le Parc. Un visionario" inaugurada en julio de este año en el CCK.
A los 90 años, Julio Le Parc se encuentra como espectador de una producción artística de más de 60 años, exhibida en el Pabellón de muestras temporarias del MNBA y en 3.000 m2 en el CCK. PERFIL.COM pidió al artista una reflexión.
"A mí me habría gustado que estuvieran acá mi padre, mi madre, mis hermanos, mis amigos de la infancia" confesó Le Parc a este medio. "Es gente que se ha ido pero que han dejado muchas cosas en mí. Tal vez haya algo que mi obra le ha transmitido a las nuevas generaciones. Hay mucha gente joven que vemos hoy, y que se ve en el CCK, son gente que también recibieron cosas que vinieron del pasado".
El viernes 23 de agosto a las 18.00 habrá un diálogo abierto al público con entrada gratuita en el que participarán Julio Le Parc, Andrés Duprat (director del MNBA) y Mariana Marchesi, con la moderación de la periodista especializada en arte Marina Oybin.
Desde ese mismo día, los viernes el Bellas Artes extenderá su horario de visita hasta las 22.00.
El Museo puede visitarse de martes a viernes, de 11 a 20, y los sábados y domingos, de 10 a 20, en Av. del Libertador 1473, Ciudad de Buenos Aires.
El ingreso general al Museo para los residentes en el país es gratuito, mientras que la entrada al Pabellón de exposiciones temporarias, donde se exhibirá “Julio Le Parc. Transición Buenos Aires-París (1955-1959)”, tiene un costo de $100. Menores de 12 años, las personas con discapacidad, los jubilados y docentes con acreditación, y los grupos de estudiantes no abonan lel ingreso. Los no residentes en la Argentina, en tanto, abonan $200 para ingresar al Museo, valor que incluye la visita al Pabellón de exposiciones temporarias.
Los martes de 11 a 20, y todos los días de 18.45 a 20, la entrada es gratuita. La entrada abonada para visitar la muestra de Le Parc en el Bellas Artes permitirá, además, recorrer la actual exposición del artista en el CCK, y viceversa: con el ticket del CCK, podrá visitarse la muestra de Le Parc en el Bellas Artes.