Las acciones estadounidenses se mantuvieron cerca de un mínimo de 14 meses, durante una sesión volátil en la que el indicador osciló casi un 2 por ciento entre su punto mínimo y máximo. El petróleo se desplomó.
El índice S&P 500 cerró sin grandes cambios, mientras que los inversionistas esperan la decisión del la Reserva Federal de EE.UU. el miércoles. Las empresas de consumo y de tecnología tuvieron el mejor desempeño, mientras que las acciones de energía se hundieron junto con el crudo. El petróleo WTI cayó más del 8 por ciento en un momento, cayendo más allá de USD46 por barril, dada la preocupación de los operadores por las perspectivas de crecimiento.
Los bonos del Tesoro estadounidense y el yen japonés avanzaron en medio de un persistente estado de precaución, luego de que el presidente chino, Xi Jinping, no ofreciera nuevos compromisos para estimular la segunda economía más grande del mundo en un discurso. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, afirmó que EE.UU. y China planean celebrar reuniones el próximo mes para buscar una tregua comercial. El dólar cayó un poco y el euro se fortaleció.
Con el duro golpe que han recibido las acciones en las últimas semanas, los inversionistas depositan cada vez más sus esperanzas en que la Reserva Federal de EE.UU. adopte un enfoque moderado el miércoles. Si bien se espera un aumento de las tasas, históricamente el banco central solo ha elevado los costos de endeudamiento en escasas ocasiones, en medio de tal agitación del mercado. El presidente Donald Trump continuó con sus críticas a los formuladores de política y les advirtió que eviten "otro error más", apenas unas horas antes del inicio de su reunión de dos días.
"Todavía estamos en un entorno de operaciones muy peligroso, y no creo que hayamos visto señales de que estamos saliendo de él", aseguró Matt Forester, director de inversiones de BNY Mellon Lockwood Advisors. "Debemos ser cuidadosos todo el tiempo".
Y más allá de la Fed se vislumbran más problemas para los mercados: el viernes en la noche expirará la facultad de gasto para una fracción del gobierno de Estados Unidos, a menos que Trump y el Congreso lleguen a un acuerdo.