La aerolínea del Reino Unido Flybe se declaró en quiebra tras no poder asegurar un rescate del Gobierno en el último momento, con lo que la operadora regional que presta servicios a partes remotas del Reino Unido no tiene otra opción que cesar los vuelos.
La mayor aerolínea nacional del país llevaba meses tambaleándose. Evitó la liquidación en enero, cuando el Gobierno de Boris Johnson manifestó su apoyo a la intervención estatal y sus propietarios, entre ellos Virgin Atlantic Airways Ltd., inyectaron capital adicional. Sin embargo, las perspectivas de una recuperación disminuyeron a medida que el coronavirus se propagaba por el mundo, lo que provocó una fuerte caída en los viajes.
“Como resultado de los procedimientos de insolvencia, Flybe dejó de comerciar y ya no puede volar ni aceptar reservas”, dijo el administrador EY en un comunicado el jueves. “Lamentablemente, ha sido necesario despedir a la mayor parte de la fuerza laboral”.
El transportista emplea a unas 2.400 personas. Puesto que la mayoría de las rutas de Flybe transportan pasajeros entre destinos del Reino Unido, la Autoridad de Aviación Civil no organizará vuelos de repatriación como los que se realizaron para repatriar a turistas que quedaron en otros países cuando Thomas Cook Group Plc cerró el año pasado.
“Hay capacidad en el mercado para que las personas viajen con otras alternativas de aerolíneas, trenes y autocares”, dijo el organismo.
La suerte de Flybe ilustra el complejo dilema al que se enfrenta el Gobierno de Johnson a medida que el Reino Unido busca reequilibrar su economía fuera de la Unión Europea.
Como miembro del partido conservador, el primer ministro comprende la reticencia tradicional de su partido a rescatar a las empresas privadas en quiebra. Pero Flybe servía regiones económicamente rezagadas del Reino Unido que Johnson está ansioso por revitalizar.
Conectar partes del norte de Inglaterra con Londres y otras ciudades importantes es una prioridad para Johnson, que quiere recompensar la fe de los votantes en áreas que respaldaron el brexit en 2016 y le dieron la victoria en las elecciones de diciembre. Asimismo, respaldar el transporte aéreo podría haber socavado sus credenciales ambientales después de una promesa de reducir las emisiones de carbono al “cero neto” para 2050.
El coronavirus agregó un nuevo nivel de incertidumbre. La matriz directa de Flybe, Connect Airways, quería un préstamo estatal de 100 millones de libras (US$128 millones) con el objetivo de mantenerla a flote a través de un programa de reestructuración, junto con recortes a los impuestos a los vueltos del Reino Unido en el presupuesto de este mes, dijeron personas familiarizadas con el asunto.
Los propietarios de Flybe, con sede en Exeter, querían evaluar si un rescate relacionado con el virus era posible, pero no se pudo llegar a un acuerdo.
“Nos decepciona profundamente que Flybe no haya podido asegurar una base viable para continuar las operaciones”, dijo Virgin Atlantic. “A pesar de los esfuerzos de todas las partes involucradas para revitalizar la línea aérea, incluido el personal de Flybe, el impacto del COVID-19 en el comercio de Flybe significa que el consorcio ya no puede comprometerse a más apoyo financiero”.
El sitio web de Flybe no funcionaba el jueves por la mañana.
El Departamento de Transporte dijo que habría responsables disponibles en los aeropuertos afectados del Reino Unido para asistir a los pasajeros. Dijo que se pidió a los operadores de autobuses y trenes que aceptaran billetes de Flybe, y se instó a otras aerolíneas a ofrecer tarifas de rescate reducidas.
“Estamos trabajando en estrecha colaboración con la industria para minimizar cualquier trastorno a las rutas operadas por Flybe, y estamos estudiando con urgencia cómo la industria puede restablecer rutas que no están cubiertas por otras aerolíneas”, dijo el portavoz del Departamento de Transporte, Jack Short, en un comunicado.